¿Qué es un ecommerce? Se trata de un sitio web en el que una empresa o autónomo vende sus productos o servicios. El rasgo principal de un ecommerce es que se puede ejecutar la compra o contratación del bien o servicio desde la propia web, mediante la selección del producto que buscamos y el pago del precio establecido –todo en el mismo site–.

Podemos realizar diferentes tipos de ecommerce en función de la característica que analicemos. Si nos fijamos en el tipo de público al que va dirigido podemos establecer los siguientes tipos:
Otra clasificación vendría determinada por el tipo de producto que se comercialice:
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También podemos clasificar los ecommerce según el número de proveedores que encontraremos en la página web. En este sentido tenemos:
Tenemos una última clasificación, en función de si el ecommerce tiene en propiedad el stock o si el vendedor es un mero intermediario:
La gran ventaja de un ecommerce es que permite a un negocio generar ventas inmediatas desde cualquier parte y en cualquier momento. Esto multiplica las opciones de incrementar su volumen de negocio, al aumentar exponencialmente el público objetivo y la visibilidad. Además:

Sin embargo, también tiene sus inconvenientes. La competencia también es mayor, y será necesario llevar a cabo una serie de estrategias e inversión si realmente queremos que el canal tenga utilidad y, en efecto, nos ayude a vender más.
Lo primero al crear un ecommerce es determinar qué queremos vender. Porque la solución tecnológica a utilizar variará notablemente en función de si se trata de un producto o de un servicio, si será personalizable en la web o no, si hay muchas o pocas referencias, sus variables –tallas, colores, etc.–.
Después tendrás que crear un plan de marketing y viabilidad específico para tu tienda online. Al final, es como cualquier otro negocio, en el que necesitarás tener claras las cifras, para corroborar la rentabilidad del mismo, precios, márgenes… El resto de pasos para crear un ecommerce serían:

Todo dependerá del tipo de tienda online que necesites, en función de tus productos, tamaño y modelo de negocio. El plan básico de Shopify, que sería la solución más básica para vender en Internet, es de 27 €/mes.
Soluciones como Wocommerce no tienen un coste mensual. Aunque es probable que necesites de un desarrollador y/o diseñador para conseguir la tienda online que realmente deseas. En este caso, te recomendamos que pidas presupuesto a varios desarrolladores, en función de tus necesidades.
Otros gastos que debes tener en cuenta son:

Todo dependerá del volumen de pedidos y de la preparación que requiera cada uno de ellos. También del volumen de atención al cliente que genere la web, y si se tiene previsto realizar acciones de marketing para su promoción, como por ejemplo SEO, SEM, contenidos, redes sociales…Normalmente, es complicado que una sola persona lleve un ecommerce, dado que probablemente necesitamos apoyarnos externamente en, al menos, un perfil profesional de desarrollador / diseñador y otro de marketing online para promocionar el sitio y generar clientes.
Un ecommerce de afiliación es un portal que trata de ofrecer contenido de calidad sobre un determinado tema. Esto le ayuda a obtener posicionamiento orgánico en Google, lo que le genera a su vez visitas de potenciales clientes interesados en esa temática. Posteriormente, en sus diferentes análisis de producto, realizan recomendaciones de determinadas marcas, a las que derivan parte del público captado. Si este potencial cliente termina comprando en la web de la marca, el ecommerce de afiliación se lleva una comisión por haber originado esa venta.
Hasta julio de 2021, se tributaba el IVA según las normas del país de origen. Ahora se pagan impuestos en función de las reglas del país del comprador. Esta cuestión solo es válida en el caso de ventas a particulares. Las ventas online a empresas continúan exentas de IVA.Dicho de otro modo, si vendo un producto o servicio profesional a empresas de Francia la factura a emitir continuará siendo sin IVA. Sin embargo, en el caso de venta a particulares de este país, tendré que aplicar en la factura el IVA que se aplique en Francia a mi producto. La figura del ERP puede ser muy útil en este sentido, pues ayudaría a generar las facturas, tributos y tipos impositivos sin errores y de forma ágil y rápida.
Un ERP es una aplicación que nos permite automatizar procesos, aumentando la productividad y reduciendo el tiempo dedicado a tareas de poco valor. En el caso de un ecommerce, un ERP podría activar los siguientes procesos de forma automática y sin intervención humana cuando llega un pedido:
Estos son solo algunos ejemplos. En definitiva, un ERP puede ayudar a agilizar toda una serie de tareas, aportando a su vez información importante a la hora de análisis de costes, margen de beneficio por producto, etc.