Descubre los indicadores clave que miden la salud de tu negocio. Aprende a calcularlos, interpretarlos y usar esta información para tomar decisiones estratégicas con confianza.
Gestionar un negocio implica tomar decisiones constantemente, pero ¿sobre qué base se toman las más importantes?
Para autónomos y empresarios, intuir la salud financiera de la empresa sin datos concretos es como navegar sin mapa: arriesgado e ineficiente.
Los números de tu contabilidad cuentan una historia y los ratios financieros son las claves para interpretarla.
Conocerlos te permite pasar de simplemente "facturar" a entender realmente la rentabilidad, liquidez y eficiencia de tu empresa.
Pero, ¿sabes cuáles son los principales ratios que realmente necesitas dominar y cómo se usan?
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Matemáticamente, un ratio financiero o razón es la relación entre dos variables. En el ámbito empresarial, los ratios financieros son los indicadores mediante los que se relaciona la información de los estados contables del negocio y se utilizan para estimar su salud financiera, en base a conceptos como la solvencia de la misma, su rentabilidad, su liquidez y su gestión.
La comparación entre ratios de períodos distintos sirve además para detectar tendencias. Su análisis contribuye a anticipar problemas y permite buscar soluciones adecuadas a tiempo.
A pesar de que existen una serie de ratios que todas las empresas suelen utilizar para analizar su situación financiera, cada compañía deberá determinar qué información le resulta de mayor utilidad y, por tanto, qué ratios le interesa incluir en su cuadro de mandos financiero.
Existen distintos tipos de ratios financieros:
La importancia de los ratios financieros se basa en que facilitan datos concretos que facilitan la toma de decisiones estratégicas y operativas, permiten hacer un análisis histórico de la empresa y detectar tendencias, identificar y solucionar problemas de forma temprana y evaluar laeficiencia de la gestión en cuanto al uso de los recursos empresariales.
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Existen muchos tipos de ratios financieros, pero los más utilizados pueden clasificarse en 4 grandes grupos: ratios de liquidez, ratios de gestión o actividad, ratios de endeudamiento o apalancamiento y ratios de rentabilidad.
Los ratios de liquidez son los que se utilizan para medir el grado de solvencia que tiene una empresa, es decir, si va a ser capaz de pagar sus deudas al vencimiento. Aunque este ratio se suele utilizar más para medir la solvencia a corto plazo, tanto a corto como a largo plazo también sirve para anticipar problemas de cash flow.
Existen 4 ratios de liquidez:
Este ratio es el que indica la proporción de deudas a corto plazo que se pueden cubrir por elementos del activo, es decir, compara el activo corriente con el pasivo corriente, tal y como se muestra en su fórmula.
Liquidez general = Activo Corriente / Pasivo Corriente
Descubre como gestionar el capital circulante, aquí.
El ratio financiero de prueba ácida, que también se conoce por su nombre en inglés - acid test - es una medida más afinada de la capacidad que tiene una empresa para afrontar sus deudas a corto con elementos de activo, puesto que resta de estos elementos los que forman parte del inventario.
¿Por qué restarlos? Por un motivo determinante: los activos que son parte del inventario resulta que, a su vez, también son los menos líquidos. Dicho de otra forma: estos son los activos que tendremos más dificulta para convertir a efectivo en el caso (indeseado) de quiebra.
Prueba ácida = (Activo Corriente - Inventario) / Pasivo Corriente
Este ratio es un indicador de si una compañía es capaz de operar a corto plazo con sus activos más líquidos.
Prueba defensiva = (Caja y Bancos / Pasivo Corriente) *100
Compara los activos disponibles, tanto el efectivo como otros activos equivalentes, en relación con el pasivo corriente de la empresa.
Ratio de disponibilidad = Disponible / Exigible a corto plazo
Existen dos ratios de liquidez de cuentas por cobrar:
Periodo promedio de cobro = (Cuentas por cobrar * días del año) / Ventas anuales en cuenta corriente
Rotación de cuentas por cobrar = Ventas anuales en cuenta corriente / Cuentas por cobrar
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Los ratios financieros de gestión o actividad sirven para detectar la efectividad y la eficiencia en la gestión de la empresa. Es decir, cómo funcionaron las políticas de gestión de la empresa relativas a las ventas al contado, las ventas totales, los cobros y la gestión de inventarios.
Este grupo se compone de los siguientes ratios:
Este ratio es el que mide, en promedio, cuánto tiempo tarda una empresa en cobrar de sus clientes. Si la cifra de cuentas a cobrar es superior a las ventas, significa que la empresa tiene una acumulación de clientes deudores, con lo cual está perdiendo capacidad de pago.
Calcular este ratio sirve para determinar si hay que cambiar las políticas de cobro de la compañía.
Rotación de cartera = Cuentas por Cobrar promedio * 360 / Ventas
Este indicador da información acerca de lo que tarda el stock de una empresa en convertirse en efectivo, y cuántas veces se necesita reponer stock a lo largo del año. Es uno de los ratios financieros más importantes en la gestión de inventarios.
Rotación de Inventarios = Inventario promedio * 360 / Costo de las Ventas
El periodo medio de pago a proveedores es el tiempo medio (en días) que una empresa tarda en pagar sus deudas a proveedores.
Periodo de pago a proveedores = Promedio de cuentas por pagar * 360 / Compras a proveedores
El ratio de rotación de caja y bancos es muy interesante, ya que es un índice que nos permitirá tener una idea del efectivo hay en caja de cara a cubrir los días de venta.
Rotación de Caja y Bancos = Caja y Bancos * 360 / Ventas
El objetivo de este ratio es medir cuántas ventas genera la empresa por cada euro invertido.
Rotación de Activos Totales = Ventas / Activos Totales
Este tipo de ratio financiero es casi igual que el anterior, sólo que en lugar de tener en cuenta los activos totales, sólo tiene en cuenta los activos fijos.
Rotación de activo fijo = Ventas / Activo Fijo
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Estos ratios informan acerca del nivel de endeudamiento de una empresa en relación con su patrimonio neto. Hemos destacado en este caso un único ratio de endeudamiento:
Analiza el pasivo total del negocio frente al patrimonio neto o los activos totales de los que dispone.
Se calcula de forma similar, aunque en este caso se enfoca de forma específica en la deuda de la empresa.
Ratio de apalancamiento = Deuda Total / Total de Activos Invertidos
Ratio de apalancamiento = Total de la inversión / Recursos propios invertidos
Este ratio financiero es el que mide el rendimiento de una empresa y su capacidad de generar beneficios en relación con sus ventas, activos o capital. Hemos seleccionado cuatro ratios de rentabilidad imprescindibles:
Es el ratio que mide la rentabilidad del negocio, calculando qué porcentaje de las ventas se convierte en beneficio neto. Cuanto más alto sea este ratio, más rentable es la empresa.
Rentabilidad de la empresa = Beneficio Bruto / Activo Neto Total
Este ratio sirve para medir cómo de rentable es el capital aportado por los accionistas, así como el que ha ido generando la propia empresa.
Rentabilidad del capital = Beneficio neto / fondos propios
Este ratio mide la rentabilidad de los capitales propios invertidos en la empresa en función del beneficio neto obtenido.
Rentabilidad del capital propio = Beneficio neto / Capital Propio
Con este ratio se compara la relación entre la cifra de ventas y el coste de fabricación del producto.
Rentabilidad de las ventas = Beneficio bruto / ventas
Todos estos ratios son los que la mayoría de empresas usan habitualmente. ¿Por qué? Porque con ellos pueden analizar el comportamiento económico y financiero del negocio, simplificar la toma de decisiones y mejorar su gestión.
En realidad existen muchos más ratios. Cada empresa deberá utilizar los que le resulten de mayor utilidad.
¿Qué otros ratios empleáis en tu empresa? ¿Consideras que en este listado falta alguno de los imprescindibles?