Desde el café con clientes hasta el portátil: ejemplos reales de gastos deducibles para autónomos en el IRPF y cómo documentarlos para que no salten las alarmas.
Conocer qué gastos puedes deducir del IRPF como autónomo no es solo una ventaja, sino algo necesario para optimizar tu esfuerzo y mejorar la rentabilidad de tu actividad, asegurándote de que pagas únicamente lo que te corresponde.
Sin embargo, en ocasiones la normativa puede resultar compleja y generar dudas sobre qué se considera un gasto deducible y bajo qué condiciones. Por eso hemos organizado una guía clara y práctica con toda la información que necesitas.
Nuestro objetivo es proporcionarte las claves para que identifiques, documentes y declares tus gastos de forma segura y sencilla, transformando un trámite tedioso en una oportunidad para ahorrar. Sigue leyendo para tomar el control de tus impuestos.
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Los gastos deducibles para autónomos en el IRPF son todos aquellos desembolsos necesarios para obtener los ingresos de tu actividad económica y mantener tu fuente de ingresos.
En términos simples, son los gastos que has tenido que afrontar exclusivamente para poder trabajar y facturar. La clave para que un gasto sea deducible es que esté correctamente justificado (con su factura o ticket) y que tenga una relación directa con tu actividad profesional.
No todos los gastos que realices en el contexto de tu actividad profesional pueden considerarse deducibles. La Agencia Tributaria establece ciertos requisitos que deben cumplir:
Recuerda, eso sí, que solo puedes deducir gastos del IRPF cuando estás dado de alta en el estimación directa, el régimen de módulos no admite gastos deducibles.
¿Aún no tienes claro qué gastos puedes deducir y cuáles no? Te lo ponemos aún más fácil: estos son los tipos de gastos que la Agencia Tributaria considera como deducibles:
Si trabajas desde casa y eres autónomo, descubre qué gastos puedes deducir legalmente en este artículo.
Son aquellos gastos donde confluyen el uso profesional y el personal, por lo que es complicado diferenciar entre ambos ámbitos. Por ello, la Agencia Tributaria exige documentos que justifiquen el porcentaje de uso profesional de dichos gastos.
Ya que el IRPF es uno de los impuestos más elevados a los que se enfrentan los contribuyentes, un impuesto que se calcula sobre la cifra final de ingresos de la persona, ya sea autónoma o física. Así que tener claros cuáles son los gastos deducibles para calcular la cifra final sobre la que se aplicará el IRPF es una ventaja que tener muy en cuenta.
Es importante destacar que, a partir del 1 de enero de 2025, se han implementado las siguientes novedades fiscales:
Efectivamente, hay algunos gastos que es posible deducir sin la correspondiente factura, aunque en todos los casos debes disponer de un ticket o comprobante de pago que los justifique. Además, y de la misma forma que el resto de gastos deducibles, deben estar íntimamente relacionados con tu actividad y estar debidamente recogidos en tus libros de contabilidad.
Si quieres saber más sobre este tipo de gastos, consulta nuestro post Gastos que puedes deducir sin factura, donde encontrarás más detalles al respecto.
Se considera no deducible todo aquel gasto que no esté relacionado con la actividad directa de la persona en régimen de autónomos. En general, esto se refiere a:
Los autónomos que tributan en estimación directa (ya sea normal o simplificada) tienen que presentar el modelo 130 de IRPF con los gastos deducibles cada trimestre, para autoliquidar el pago fraccionado de este impuesto.
Además, estos gastos tendrán que volver a ser incluidos anualmente en la declaración de la renta, donde se regulariza el importe real del impuesto: si has pagado de más en tus declaraciones trimestrales, Hacienda te devolverá la diferencia, mientras que si te has quedado corto, tendrás que regularizar el importe.