Si has dado con una idea de negocio y estás convencido de que quieres convertirte en emprendedor, es fundamental que sepas cómo vender tu proyecto de forma efectiva. Como emprendedor habrá muchas ocasiones en las que vas a necesitar vender tu idea ya sea para fichar personas en tu equipo, recibir asesoramiento o conseguir financiación. Por ello, gran parte del éxito de tu idea de negocio dependerá de lo bien que sepas venderla. En este post te damos una serie de consejos para que sepas cómo hacerlo:
Lo que para ti puede ser la idea de negocio más prometedora del mundo puede ser un fracaso asegurado a ojos de otro. Muchos emprendedores están tan convencidos de la genialidad de su idea que no quieren compartirla con su entorno y prefieren mantenerla en secreto. Sin embargo, esto suele ser un error. Antes de salir a vender tu idea de negocio a clientes, socios, empresas o inversores es muy recomendable que la valides con tu círculo de amigos y profesionales más cercanos. Tener opiniones externas y diferentes puede hacer que te des cuenta de sus puntos flacos o incluso de que, en realidad, no es tan buena como creías.
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Puede que pienses que tu idea es única, pero la mayoría de las veces no lo es. Lo más probable es que alguien ya haya tenido la misma idea antes y haya intentado convertirla en un negocio.
Es fundamental que investigues y hagas una búsqueda para saber si ya hay emprendedores que están haciendo lo mismo en otros países o si algunos lo intentaron en el pasado y fracasaron. Ahora bien, que no seas el primero en tener esa idea no significa que no puedas sacarla adelante con tu proyecto. De hecho, puede ser algo positivo ya que si hay emprendedores que han triunfado con la misma propuesta de negocio en otros países significa que tiene potencial real y será más fácil venderla.
Por otro lado, si alguien ya lo ha intentado y ha fracasado puedes analizar el porqué de su fracaso y ver cómo puedes hacerlo mejor, evitando cometer los mismos errores. Si aún así no hay forma de que pueda triunfar, será una señal de que debes abandonar esa idea de negocio e ir a por otra.
Al fin y al cabo, el mérito no es tanto de quién tiene la idea, sino de quien consigue convertirla en un negocio de éxito. Cuando vendas tu proyecto de emprendimiento habla de esos casos de éxito o argumenta por qué tú si vas a conseguir triunfar con una idea con la que otros fracasaron.
Conseguir vender una idea de negocio es algo complicado, pero tendrás más posibilidades si tienes algo real que enseñar. Defender tu proyecto será mucho más fácil si lo haces con algo más que una simple presentación de diapositivas. Ve más allá.
Dependiendo del tipo de propuesta puedes diseñar un prototipo de producto o bien una versión beta, cuando se trate de un negocio online. Si además, lanzas tu proyecto y haces una prueba aunque sea orientada a un mercado a pequeña escala, te permitirá obtener unos primeros resultados. Estos serán muy útiles para demostrar que tu idea no se basa solo en una hipótesis sino en una realidad. A la vez, hacer un pequeño lanzamiento del servicio o producto con un grupo reducido de clientes/usuarios te permitirá testar tu proyecto y plantear las primeras mejoras.
Por último, cuando tu proyecto se encuentre en una fase más avanzada y ya tengas tu producto diseñado o tu servicio en marcha bajo una marca, podrás registrar una patente para protegerlo.
Una vez ya has validado tu idea, realizado un estudio de mercado y de la competencia, creado un plan de negocio y un prototipo, tendrás pruebas tangibles de que puede convertirse en un proyecto de éxito. El siguiente paso será aprender a comunicarlo de manera convincente para poder venderlo.
Para poder hacerlo, te recomiendo que empieces con el siguiente ejercicio:
Escribe en una sola frase cuál es la misión de tu futuro proyecto y de qué manera vas a alcanzarla. Esta frase debe reflejar la solución que resuelves con tu idea de negocio y definir tu proyecto en pocas palabras de forma que desde un principio quede claro lo que haces. Con esta frase debes responder a las siguientes preguntas: qué, para qué, cómo y para quién.
Puede parecer algo muy evidente, pero te sorprendería la cantidad de emprendedores que no son capaces de explicar su proyecto de forma breve y entendedora. Al final, no importa lo buena que sea tu idea de negocio si no sabes explicarla.
Si has decidido embarcarte en el mundo del emprendimiento a cuantas más personas y en más sitios presentes tu idea mejor. La mayoría de veces dispondrás de muy poco tiempo para poder vender tu proyecto, por ello es clave que te prepares un elevator pitch; una presentación de 3 o 5 minutos que consiga convencer a tu público. Aunque existen distintas formas y técnicas para crear una presentación, estos son los puntos clave que debería incluir cualquier buen pitch:
Igual de importante que el contenido es la forma con la que presentamos el discurso a la audiencia. Hablar en público o bajo presión no es nada fácil, pero cuanta más seguridad, decisión y entusiasmo transmitas a la hora de presentar tu proyecto, más probabilidades tendrás de convencer a tu público. Aquí algunos consejos:
Ten en cuenta que no todos tenemos las mismas habilidades comunicativas y unos nos defendemos mejor que otros a la hora de explicarnos frente a una audiencia. Si tu fuerte no es la comunicación y eres más de quedarte detrás de los focos, plantéate si hay otra persona de tu equipo o entorno que pueda presentar la idea de negocio en tu lugar. Si no la hay, vas a necesitar muchas horas de práctica frente al espejo o frente a tu familia y amigos para sentirte cómodo cuando tengas que presentar tu discurso.

Hasta ahora hemos visto algunos consejos clave para vender tu idea de negocio. Sin embargo, el cómo debes venderla depende en gran parte de quien sea tu interlocutor. Tu discurso no puede ser el mismo si estás presentando tu proyecto a un posible socio, a una empresa, a un banco o a un inversor.
Si lo que quieres es convencer a un socio o un profesional para que se sume a tu equipo el objetivo de tu discurso será sobre todo ilusionarle y compartir los valores del proyecto. Convencerle de que juntos podréis convertirlo en un negocio de éxito y motivarle para que se sume a la aventura. Es decir, transmitir la pasión que tienes por tu idea y persuadirle de lo satisfactorio que va a ser construir el proyecto en equipo.
En cambio, si lo que quieres es convencer a un banco para que te conceda un préstamo el objetivo principal será demostrar que podrás devolver el dinero. Por lo tanto, en tu discurso tendrás que profundizar más en las cifras que respaldan tu idea, demostrar que has hecho un buen estudio de mercado y que tienes un buen modelo de negocio.
Si presentas tu idea a la directiva de una corporación en tu presentación debes centrarte en explicar cómo tu innovadora idea puede beneficiar su negocio. El objetivo será convencerles de que tu propuesta de emprendimiento revolucionará y mejorará su empresa haciéndole ganar puntos frente a su competencia.
Vender tu idea a una empresa más grande o traspasar tu negocio puede ser una de tus mejores opciones cuando no tienes los recursos necesarios para tirar adelante el negocio.
Por último, cuando hagas la presentación frente a un inversor el eje central de tu discurso debe ser la rentabilidad del negocio y su potencial de crecimiento con tal de que este vea un retorno seguro a su inversión. Pero no es tan simple como esto, llegar a convencer a un inversor de que invierta en tu idea de negocio es uno de los retos más difíciles con los que se encuentra todo emprendedor. Si te interesa saber más sobre este tema, a continuación te damos algunas claves.
Ten presente que para buscar inversores tu idea de negocio tiene que estar en una fase suficientemente avanzada, ya que son muy pocos los inversores que deciden invertir en algo que no se haya desarrollado más allá del papel.
En general, los inversores más que en la idea, que puede ir modificándose y mejorándose con el tiempo, se fijarán en el sector en el que quieres emprender y la salida que tenga en el mercado. Por eso es muy importante conocer bien tu sector y saber si existen oportunidades reales de emprendimiento y, en consecuencia, de conseguir inversión. El sector que escojas será crucial para convencer a un inversor.
Por otro lado, cuando vendas tu idea de negocio a un inversor es clave que ya dispongas de un equipo de trabajo potente y completo formado por diferentes perfiles profesionales. Para un inversor o Business Angel es igual de importante el equipo humano que desarrollará la idea que la idea en sí. Este también valorará muy positivamente si al menos un miembro del equipo trabaja a tiempo completo en la idea, ya que significará que lo está apostando todo por el proyecto.
Otra cosa muy importante para vender tu idea de negocio a un inversor es mostrarse ambicioso y tener un plan de expansión internacional. Asegúrate de que tu proyecto es escalable a otros mercados y países y que no se limita a un público pequeño. Si a la hora de presentarlo no muestras su potencial de crecimiento no vas a despertar el interés de los inversores. No te pongas límites.
Si estás decidido a buscar inversión deberás asistir a todos los eventos y ferias posibles para hacer networking y darte a conocer entre el ecosistema emprendedor. Debes estar preparado para lanzar tu pitch exprés en cualquier momento, ya que cuando menos lo esperes puedes cruzarte con un potencial inversor. La impresión personal que causes a los inversores será todavía más crucial que tu idea en sí a la hora de convencerles. ¡Saca tu mejor sonrisa y pon en práctica tus habilidades sociales!
Lo más complicado será convencer a un primer inversor, pero una vez lo hagas será mucho más fácil conseguir llamar la atención de otros.
En definitiva, para lograr vender una idea de negocio no basta en escribirla sobre papel. Debe haber un trabajo previo, un discurso bien estudiado y adaptado a cada interlocutor.