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Las empresas desarrollan planes para gestionar el tecnoestrés

En la era digital, el avance tecnológico ha transformado la forma en que trabajamos, pero, junto con sus grandes beneficios, ha surgido un fenómeno preocupante: el tecnoestrés.

Rosana Ribera de Gracia

El tecnoestrés, término que combina tecnología y estrés, se ha convertido en una realidad en el ámbito laboral moderno. En el marco del congreso Ágora Bienestar, celebrado recientemente en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, varios expertos se reunieron para analizarlo, para saber cómo impacta en la salud de los trabajadores y, sobre todo, cómo prevenirlo.  

¿Qué es el tecnoestrés?

El tecnoestrés, en su esencia, representa la respuesta negativa y el desequilibrio que experimenta un individuo frente a la creciente influencia de la tecnología en su entorno laboral. Este fenómeno no es una consecuencia inevitable de la integración tecnológica, sino más bien una manifestación de la incapacidad o la dificultad para adaptarse y gestionar eficazmente las demandas tecnológicas. 

Bajo el lema ‘El camino del bienestar y la eficiencia empresarial’, distintas empresas nacionales (pymes y grandes empresas) presentaron ejemplos de políticas o programas que centran su cultura empresarial en torno al bienestar de sus empleados y empleadas. Se trata de mostrar cómo las empresas que han optado por una innovación en capital humano, han obtenido buenos resultados. 

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Pero también puede haber problemas para los empleados a la hora de implantar los planes de digitalización. En el panel con el título ‘Presentación gestión del tecnoestrés y de los riesgos psicosociales asociados a la incorporación de las TIC en las organizaciones’ se abordaron estos problemas que pueden afectar a las empresas y a su productividad.

En palabras de la directora de Ágora Bienestar, María Moreno, para Holded, “era especialmente importante proponer este panel porque se trata de un tema que, especialmente después de la pandemia, está absolutamente de actualidad. Pensamos que ya era hora de tener una discusión profunda y visibilizar el problema para poder atajarlo”, resaltó la directiva.

María Moreno, directora de Ágora Bienestar

El panel fue moderado por Raquel Aliaga, directora de Innovación en AEI Valmetal (Agrupación Empresarial para la Innovación del Metal de la Comunidad Valenciana), y en él participaron Consuelo Casaño, coordinadora de Ergonomía y Psicosociales de Unimat Prevención; Javier Murcia, responsable de Innovación y Técnico de Prevención de Unión de Mutuas; Marcel Cerveró, director de Servicios Industriales y Transformación Digital FEMEVAL (Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana); y Carlos Merino, director del Departamento de Organización de Empresas en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y responsable de Asistencia Técnica en Ica2.

¿Qué factores causan el tecnoestrés?

Diversos factores contribuyen a la génesis del tecnoestrés, explicaron los expertos en el transcurso de la charla de Ágora Bienestar en la universidad. Así, entre ellos se hallan la sobrecarga de información, donde la avalancha constante de datos supera la capacidad de procesamiento y puede abrumar a los trabajadores; la expectativa de estar siempre conectado; la presión por la inmediatez en la comunicación y la falta de habilidades tecnológicas adecuadas.

En última instancia, el tecnoestrés no solo se manifiesta como una reacción ante la tecnología en sí, sino también como una respuesta a las demandas psicológicas y emocionales generadas por la naturaleza cambiante y acelerada del entorno laboral digital.

Todos los ponentes de Ágora Bienestar mostraron unanimidad, y concluyeron que las empresas que reconocen la importancia de abordar este problema están en mejor posición para la transformación digital, optimizar la productividad y mejorar la calidad de vida de sus empleados. 

Con todo, reducir el tecnoestrés no solo es una inversión en la salud y el bienestar de las personas, sino también en el éxito sostenible de las organizaciones, pequeñas y grandes empresas, incluidos los autónomos, en el panorama empresarial actual.

El absentismo laboral es otra consecuencia directa del tecnoestrés.

María Moreno, directora de Ágora Bienestar
Panel del Ágora Bienestar en la Universidad Complutense

Es importante remarcar, explicó la directora del Congreso Ágora Bienestar, que “el absentismo laboral es otra consecuencia directa del tecnoestrés, ya que los empleados que experimentan altos niveles de estrés tecnológico son más propensos a faltar al trabajo (debido a problemas de salud física y mental), lo que no solo afecta la productividad diaria, sino que también aumenta los costes asociados con la gestión del absentismo”.

Soluciones

La búsqueda de soluciones prácticas y la adopción de un enfoque holístico hacia la tecnología en el trabajo son esenciales para crear entornos laborales más saludables y productivos, sobre todo en las pymes y grandes empresas. Abordar el tecnoestrés implica una combinación de políticas empresariales, educación y cambio cultural. Las siguientes estrategias pueden ayudar a las empresas a mitigar su impacto:

Políticas de desconexión

Implementar políticas que promuevan la desconexión fuera del horario laboral es fundamental. Establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal ayuda a prevenir la fatiga y permite a los empleados recargar energías.

Capacitación y desarrollo

Proporcionar formación continua sobre el uso eficiente de la tecnología no solo mejora las habilidades de los empleados, sino que también reduce la sensación de sobrecarga. La capacitación constante facilita la adaptación a nuevas herramientas y reduce la ansiedad asociada con la tecnología.

Flexibilidad laboral

Ofrecer opciones de trabajo flexibles, como jornadas laborales comprimidas o días de trabajo remoto, permite a los empleados gestionar mejor su carga de trabajo y promueve un equilibrio entre la vida laboral y personal.

Fomentar la conciencia y el autocuidado

Crear una cultura que promueva la conciencia sobre el tecnoestrés y fomente el autocuidado es esencial. Esto incluye programas de bienestar, asesoramiento psicológico y recursos para gestionar el estrés.

En este contexto del Congreso Ágora Bienestar, Unión de Mutuas explicó su modelo GESTO para la gestión del tecnoestrés, que trata de abordar de manera integral la cuestión y sus posibles soluciones. María Moreno alabó esta iniciativa, advirtiendo además que “las empresas deben comenzar a adoptar planes de este tipo para gestionar el tecnoestrés o dejarán de ser competitivas, los trabajadores cada vez valoran más los entornos saludables y el talento ya está comenzando a buscarlos activamente”. 

En la sección de nuestro blog ‘El futuro de las pymes’, se plantean artículos centrados en datos, iniciativas y últimas tecnologías para impulsar las pymes en España y abordar soluciones a los problemas actuales. “Consolidar el bienestar como activo fundamental para el desarrollo y la mejora de la empresa es uno de los mejores factores para mantener la productividad y el buen funcionamiento de las empresas” concluyó María Moreno.

Los avances tecnológicos han traído y traen grandes ventajas en el mundo laboral, empresarial y de los autónomos, pero también nuevos retos que debemos afrontar. En este sentido, el tecnoestrés es un nuevo riesgo que tenemos las personas cuyo trabajo está íntimamente ligado a la tecnología. Todo tipo de aparatos electrónicos nos rodean y que cada día estarán más presentes en nuestras vidas. Conocer los riesgos va aparejado a un mejor uso y, por tanto, un mayor bienestar y calidad de vida.

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