¿Qué es el ROE?
El ROE es uno de los indicadores financieros más importantes para conocer la rentabilidad de una empresa. ROE son las siglas en inglés de Return of Equity y en español se traduce como rentabilidad sobre el patrimonio neto.
Aunque este concepto no esté entre los más conocidos del lenguaje financiero ni aparezca a menudo en titulares de prensa, los textos de las noticias de la prensa salmón hacen referencia muy a menudo a este concepto. ¿Por qué? El ROE mide la salud financiera y la capacidad que tiene una empresa de remunerar a sus accionistas.
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Empieza gratisEs quizá el indicador más utilizado y confiable para determinar el valor de la rentabilidad del capital de inversión. Permite conocer de manera precisa cuánto rinde el capital invertido en la empresa y si el capital está dando los frutos deseados o, si, por el contrario, se deben realizar ajustes para asegurar su rentabilidad.
Se utiliza por la banca y, en general, por las empresas para conocer su estado de salud.
En otras palabras, cuando se aplica la fórmula del ROE los resultados obtenidos nos indican la salud de la contabilidad de la empresa, si está dando ganancias o pérdidas y en qué medida, de ahí que los inversores presten mucha atención a este valor.
¿Cómo se calcula el ROE?
La fórmula para aplicar el ROE es sencilla:
ROE = Beneficio neto / Fondos Propios.
Se calcula dividiendo el beneficio neto obtenido por dicha compañía en relación a sus fondos propios. O sea, se utilizan dos valores: el beneficio neto después de deducir gastos e impuestos y el monto de inversión de fondos propios. La inversión en fondos propios es la resultante de restar los pasivos exigibles de la empresa a sus activos.
Aquí un ejemplo para entenderlo de manera más clara: Partimos de la base de una inversión de 20 000 €, dicha inversión ha reportado unos beneficios de 1 000 €.
1 000/20 000 = 0,05% sería el porcentaje de ROE de esta situación.
Importancia del ROE
El ROE es un indicador muy útil para seguir la evolución de la empresa. Si, al aplicar esta fórmula, el resultado obtenido es demasiado bajo o negativo, será un indicador claro de que la gestión económica de la compañía en general, es mala y sus posibilidades de crecimiento, muy bajas.
La importancia del ROE radica en que permite a los inversores emitir un juicio sobre la gestión de la gerencia al conocer de qué manera se está utilizando el capital aportado. En consecuencia, el ROE trata de medir la capacidad que tiene la empresa de multiplicar el capital invertido y dar una mayor rentabilidad a sus accionistas sobre la base de su capital aportado.
¿En qué se diferencian el ROE con el ROA?
Ya sabemos qué es el ROE, pero para conocer a fondo la rentabilidad de una empresa también es importante conocer su ROA. En inglés quiere decir Return on Assets y es el indicador que ayuda a medir la rentabilidad total de activos de la empresa.
Tanto el ROE como el ROA son indicadores que se utilizan para conocer la rentabilidad real de un negocio pero son distintos. El ROA expresa los beneficios que obtiene una empresa por las inversiones realizadas, ya sea por activos financiados por recursos propios o ajenos.
En cambio, el ROE se refiere a los beneficios que genera una empresa para sus accionistas o inversores. Para calcularlo hay que dividir el beneficio neto entre el activo total. En este caso, para que la empresa sea rentable el ROA tiene que ser superior al 5%.
Apalancamiento
Lo ideal es calcular tanto el ROE como el ROA para poder saber con exactitud cuál es la rentabilidad de la empresa. La diferencia entre uno y otro se denomina ‘efecto apalancamiento’ y sucede de distintas maneras. Puede ser:
Positiva
En este caso, el ROE es superior al ROA, por lo que parte del activo de la empresa se ha financiado con deuda y ha aumentado la rentabilidad financiera.
Nula
Cuando la diferencia es nula, los dos indicadores, ROA y ROE, coinciden. Es un estado ideal en el que no existe deuda en la compañía, ya que todos los activos se financian con fondos propios de la sociedad.
Negativa
Si el ROE es inferior al ROA, se puede deducir que el coste medio de la deuda es superior a la rentabilidad económica.
La mayoría de las empresas tienen la opción de financiarse mediante capital de deuda (préstamo) o capital social (accionista). Si una empresa ha pedido préstamos de forma agresiva, el aumento del ROE puede ser en gran medida artificial, especialmente si la empresa utiliza la deuda para recomprar sus propias acciones.
Asumir deuda obliga al ROE a aumentar significativamente, pero esto no representa las tasas de crecimiento reales o el desempeño de la empresa. En este sentido, el apalancamiento financiero, o sea, el hecho de endeudarse para invertir, es algo que debe manejarse con cuidado.
¿Qué significa si hay un ROE negativo?
Para saber si la empresa está bien posicionada a nivel de rentabilidad, el ROE tiene que ser superior a la rentabilidad mínima exigible al accionista. Si el ROE de una empresa es negativo, significa que hubo ingresos netos negativos en el periodo en cuestión (es decir, pérdidas). Esto implica que los accionistas están perdiendo con su inversión en la empresa.
¿Qué significa el ROE positivo?
Un ROE positivo sugiere que una empresa está aumentando su generación de beneficios sin necesitar tanto capital. También indica lo bien que la dirección de una empresa utiliza el capital de los accionistas. Un ROE más alto suele ser mejor, mientras que un ROE a la baja puede indicar un uso menos eficiente del capital social.
¿Cómo mejorar un ROE negativo?
La intención de cualquier empresa debe ser mejorar la rentabilidad financiera de cualquier inversión. Para conseguirlo y así superar un ROE negativo algunas maneras son:
- Subir el precio del producto.
- Negociar con proveedores o cambiar su empaque para reducir el costo de los bienes vendidos.
- Reduce los costos laborales.
- Reducir los gastos operativos.
Conclusión
El ROE es un ratio financiero que muestra lo bien que una empresa gestiona el capital que los accionistas han invertido en ella. Para calcular el ROE, hay que dividir los ingresos netos entre los fondos propios.
En el ROE la rentabilidad financiera se obtiene únicamente de los recursos propios. Esta fórmula es sencilla y es uno de los recursos más utilizados por los accionistas de las empresas para tantear la salud de una empresa y para saber si obtendrán beneficios.
Hay diferentes herramientas, softwares y profesionales que pueden ayudar a un emprendedor a calcular esa rentabilidad antes de poner en marcha las acciones necesarias para aumentarla. Entre otros, el sistema de planificación y recursos empresariales (ERP) de Holded es el software por excelencia para trabajar y tener control de los temas financieros de una empresa.
Preguntas frecuentes
¿Cuándo el porcentaje de ROE de una empresa es aceptable?
El ROE se utiliza especialmente para comparar los resultados de empresas del mismo sector. Al igual que el rendimiento del capital, el ROE es una medida de la capacidad de la dirección para generar ingresos a partir de los fondos propios de que dispone. Un ROE del 15-20% suele considerarse bueno.
¿Cómo se puede proyectar la rentabilidad de una empresa?
La proyección financiera es un concepto muy importante cuando un empresario se embarca en un emprendimiento, en busca de financiación o en la incursión de nuevos mercados. Proyectar las posibilidades de la idea en el futuro permitirá determinar la factibilidad económica del proyecto.
La proyección financiera permite calcular desde el punto de vista financiero y contable como puede desenvolverse la empresa o negocio a corto, medio o largo plazo. Así se evita emprender proyectos e inversiones desfavorables para un negocio así como ayuda a detectar áreas de oportunidad.
Para proyectar la rentabilidad de una empresa habrá que identificar el punto de equilibrio. Este concepto financiero hace referencia al nivel de ventas ideal en el cual los costos se encuentren cubiertos, tanto los fijos como los variables. En otras palabras, se trata de un punto en el cual el beneficio de tu empresa es cero, pues no pierde dinero, pero tampoco gana.
Entre los datos que arroja una proyección financiera está el beneficio esperado que proporcionarán los diferentes productos o servicios que la empresa comercializa. Así el empresario sabrá qué bienes, artículos y servicios representan una mayor rentabilidad y oportunidad de crecimiento para su negocio, o a cuáles otras conviene dar prioridad.
