¿Los modelos anuales te generan dudas cada año? Domina tus obligaciones fiscales en 2026: descubre qué presentar, cuándo y cómo hacerlo sin complicaciones.
Para autónomos y pymes, el cierre del ejercicio fiscal trae consigo una responsabilidad ineludible: la presentación de los modelos anuales. Conocer qué declaraciones toca presentar y ante qué organismo (Agencia Tributaria o Seguridad Social) es fundamental para evitar sanciones y cumplir correctamente con Hacienda. Sin embargo, navegar por este laberinto de plazos y formularios puede ser una tarea abrumadora y llena de incertidumbre.
En esta guía completa para 2026, vamos a resolver esta problemática de una vez por todas. Te explicaremos de forma clara y directa qué modelos anuales te afectan, analizando tus obligaciones paso a paso. Nuestro objetivo es que transformes este trámite complejo en un proceso sencillo y asumible, garantizando tu tranquilidad y cumplimiento normativo.
Las declaraciones de modelos anuales son resúmenes informativos que los contribuyentes deben presentar a la AEAT. A diferencia de las autoliquidaciones periódicas (como las de IVA o IRPF), su propósito principal no es liquidar un impuesto, sino proporcionar a la administración un resumen detallado de las operaciones realizadas con terceros durante el año fiscal.
Esta información permite a la AEAT verificar la coherencia de los datos declarados por las distintas partes involucradas, detectar posibles fraudes y asegurar que el sistema de impuestos funcione correctamente. Son, en esencia, la columna vertebral de la supervisión fiscal.
El modelo 100 es la declaración anual del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Afecta a todos los contribuyentes, incluyendo los autónomos, que declaran mediante este impreso los ingresos y gastos de su actividad durante todo el año.
El modelo 100 es crucial para regularizar los pagos a cuenta del impuesto de la renta que has ido realizando durante todo el ejercicio y su resultado puede ser negativo (has pagado menos de lo que te correspondía y debes regularizar) o positivo (has pagado más de lo que debías y Hacienda te lo tiene que devolver). Si no se presenta, Hacienda aplica recargos y sanciones.
Plazo de presentación: del 1 al 30 de junio del año siguiente al ejercicio que estás declarando.
El modelo 347 es una declaración anual informativa de las operaciones (compras, ventas, gastos) con personas o empresas con las que se haya superado los 3.005,06 euros en el año natural.
Este trámite permite a Hacienda cruzar los datos presentados por clientes y proveedores con el objetivo de combatir el fraude, por lo que su incumplimiento conlleva sanciones elevadas.
Plazo de presentación: del 1 al 28 de febrero del año siguiente al que corresponden las operaciones declaradas.
La declaración informativa que se realiza mediante el modelo 184 la deben presentar las entidades en régimen de atribución de rentas con el objetivo de atribuir a cada uno de sus miembros la parte proporcional de ingresos, gastos, rendimientos o retenciones que luego estos van a declarar en su propio régimen fiscal, ya sea IRPF, Impuesto sobre Sociedades o Impuesto sobre la Renta de los no Residentes.
Plazo de presentación: del 1 al 31 de enero del año siguiente a aquel al que se refieren los datos.
El modelo 190 es la declaración resumen anual de todas las retenciones de IRPF que, como empresario, has practicado a tus empleados y profesionales. Es, en definitiva, el resumen de todos los modelos 111 que has presentado durante el año.
Este trámite informa a Hacienda del total de retenciones que has ingresado durante el ejercicio y es de declaración obligatoria si tienes empleados.
Plazo de presentación: del 1 al 31 de enero del año siguiente al que se refieren los datos declarados.
El modelo 390 es la declaración resumen anual del IVA y recoge todos los datos de los modelos 303 presentados a lo largo del año.
Se trata de un resumen, es decir, no genera pago alguno ni devolución, sino que funciona como un comprobante y cierre anual de tu actividad respecto al IVA. Aunque no conlleva pago, es de obligada presentación.
Plazo de presentación: del 1 al 30 de enero del año siguiente al que se refieren los datos presentados.
El modelo 200 es la declaración del Impuesto de Sociedades para las empresas (SL, SA, etc.). Mediante este impreso se declara el resultado contable del ejercicio (beneficios o pérdidas) para calcular la cuota a pagar.
El impuesto de Sociedades grava los beneficios de las sociedades y se calcula sobre el resultado de restar los gastos imputables de la sociedad a sus ingresos en el ejercicio fiscal. Su presentación es obligatoria, incluso con resultado cero, y existen ciertas bonificaciones y deducciones para rebajar su importe.
Plazo de presentación: durante los 25 días naturales siguientes a los 6 meses posteriores al cierre del ejercicio (generalmente, del 1 al 25 de julio).
Se trata de la declaración informativa anual resumen de las retenciones e ingresos a cuenta del IRNR (Impuesto sobre la Renta de no Residentes), es decir, las practicadas a personas o entidades no residentes en España que no tienen establecimiento permanente aquí (por ejemplo, por arrendamiento de inmuebles o servicios profesionales).
Este modelo resume las retenciones ya ingresadas a través del modelo 216 (pagos puntuales) o 217 (pagos periódicos).
Plazo de presentación: del 1 al 31 de enero del año siguiente al que se refieren las operaciones que declara.
El modelo 720 es una declaración informativa sobre la titularidad de bienes y derechos situados en el extranjero (cuentas bancarias, inversiones, inmuebles, etc.) cuando superan los 50.000 €.
No implica ningún pago, sino que su función es simplemente informar, pero es fundamental presentar este modelo si se poseen esos bienes, ya que las sanciones por no hacerlo son extremadamente elevadas.
Plazo de presentación: del 1 de enero al 31 de marzo de cada año, para declarar los bienes poseídos a 31 de diciembre del año anterior.
Se trata de la declaración equivalente al modelo 200 del Impuesto sobre Sociedades, aunque en este caso se utiliza para declarar el resultado del Impuesto sobre la Renta de no Residentes.
Este modelo grava las rentas obtenidas en España por entidades, personas físicas y sociedades cuya residencia fiscal está en otro país.
Plazo de presentación: durante los 25 días siguientes a la finalización del periodo de seis meses posterior al cierre del ejercicio fiscal.
Una buena organización a lo largo del año es la mejor estrategia para una presentación sin estrés de los modelos anuales. La preparación no empieza en enero, ni siquiera en diciembre, sino con la primera operación del ejercicio.
La documentación necesaria varía según el modelo, pero una buena práctica general es tener siempre a mano:
Realizar una planificación meticulosa no solo evita sanciones, sino que también proporciona una visión financiera clara y continua, lo que permite tomar decisiones con mayor seguridad y anticipación. La clave está en pasar de un enfoque reactivo a uno proactivo:
La presentación de la mayoría de los modelos anuales se realiza de forma telemática a través de la Sede Electrónica de la AEAT, donde necesitarás identificarte con Certificado Electrónico, DNIe o Cl@ve PIN. Es fundamental que te asegures de que tu sistema operativo y navegador estén actualizados y configurados para ser compatibles con la plataforma, siguiendo las indicaciones técnicas de la propia AEAT.
Una vez dentro del sistema, podrás seleccionar el modelo a presentar. La plataforma suele ofrecer dos opciones: rellenar el formulario directamente en línea o importar un fichero generado por un software de contabilidad, una opción muy recomendada para declaraciones con muchos registros.
Antes de pulsar el botón de "Firmar y Enviar", realiza una revisión exhaustiva. Comprueba los totales, verifica que todos los NIFs sean correctos y asegúrate de que no haya campos obligatorios en blanco. El propio sistema de la AEAT suele incorporar validaciones que detectan los errores más evidentes, pero una revisión humana es insustituible.
Tras el envío, el sistema generará un justificante de presentación en formato PDF que incluye un código seguro de verificación (CSV). Es imprescindible descargar y guardar este documento como prueba de que has cumplido con tu obligación en tiempo y forma.
No presentar una declaración informativa o hacerlo fuera de plazo, con datos incorrectos o incompletos, conlleva sanciones económicas. Las multas pueden ser fijas por cada dato o conjunto de datos omitido, con unos mínimos y máximos establecidos por la ley.
Además, más allá de la sanción, el incumplimiento puede activar una inspección por parte de la AEAT, que puede complicar significativamente tu situación fiscal.
Cumplir con tus obligaciones fiscales no solo evita sanciones, sino que refuerza la integridad de tu negocio y contribuye a un sistema tributario más justo y transparente. Contar con un software de gestión como Holded, que te permite administrar distintos procesos de tu negocio (facturación, contabilidad, conciliación bancaria, etc.) desde un mismo lugar contribuye a mantener tu fiscalidad en orden durante todo el ejercicio fiscal.
