Descubre cómo la Seguridad Social ajusta lo que has cotizado este año: te devolverá si pagaste de más o reclamará si fue de menos. Te lo explicamos paso a paso.
Como autónomo, gestionar tus cuotas mensuales es una parte fundamental de tu actividad.
Pero, ¿sabías que el importe que pagas cada mes es solo un anticipo? El sistema actual de cotización por rendimientos reales implica que, al finalizar el año, la Seguridad Social realiza un "ajuste de cuentas" contigo en base a tus ingresos reales.
En este artículo vamos a contarte de forma clara y sencilla qué es exactamente la regularización de cuotas, si debes realizar alguna acción, cómo se calcula y, lo más importante, los plazos y novedades para el próximo periodo 2025-2026.
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La regularización anual de cuotas es un mecanismo de liquidación que realiza la Seguridad Social para ajustar las cotizaciones de los autónomos a sus ingresos reales.
Desde la implantación del nuevo sistema de cotización por rendimientos reales, los autónomos eligen una base de cotización provisional a principio de año, que se traduce en una cuota mensual.
Sin embargo, esta elección inicial es solo un anticipo. La regularización compara la base de cotización que has aplicado durante el año con la que realmente te corresponde en función de tu renta neta anual (ingresos menos gastos) declarada. En esencia, es el momento de la verdad donde se comprueba si has pagado lo justo.
El resultado de esta comparación puede ser de tres tipos:
La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, no es necesario que realices ninguna gestión activa para que se inicie el proceso de regularización.
La Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) lo realiza de oficio, es decir, por iniciativa propia, utilizando los datos que ya tiene a su disposición.
Tu responsabilidad principal se centra en dos momentos clave del año: por un lado, la declaración de tu renta neta.
Al presentar tu Declaración de Renta en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), estás proporcionando a Hacienda la información sobre tus ingresos y gastos reales. Esta información es cedida a la Seguridad Social para el cálculo.
Y, por otro, la elección de tu base de cotización. A principio de cada año, debes elegir de forma consciente y realista tu base de cotización provisional en relación con los ingresos que preveas tener, revisándola si es necesario a lo largo del ejercicio para evitar sorpresas en la regularización.
Por lo tanto, tu papel es asegurarte de que tus declaraciones son correctas y de que tu base de cotización se ajusta lo máximo posible a tus expectativas de ingresos. El proceso de cálculo y ajuste posterior corre a cargo de la administración.
El mecanismo de regularización puede parecer complejo, pero se puede desglosar en una serie de pasos lógicos. Entender este flujo te ayudará a anticipar el resultado.
Todo comienza con la elección de la base de cotización provisional que realizas en enero (o en el momento del alta si te diste de alta más tarde).
Esta base determina la cuota mensual que pagas durante todo el año. Es un acto de previsión que debe basarse en una estimación lo más ajustada posible de tus rendimientos netos anuales.
El siguiente eslabón es la declaración de tus ingresos reales. Esto se hace indirectamente, al presentar tu declaración de la renta (IRPF).
La Seguridad Social toma los datos de tu renta neta (o el rendimiento neto, en estimación directa) de tu declaración. Es crucial que esta declaración refleje fielmente tu situación económica, ya que es el dato con el que se te comparará.
Una vez que la TGSS tiene ambos datos –tu base de cotización anual aplicada y tu renta neta real–, procede a la comparación y el cálculo.
Para ello, traslada tu renta neta a una base de cotización equivalente, utilizando las tablas y tramos establecidos para el año en cuestión. Luego, resta la base total por la que has cotizado durante el año de la base total que te correspondía por tus ingresos reales.
El resultado de esa resta determina el desenlace: si la diferencia es positiva, significa que la base que te correspondía era mayor que la que aplicaste, has cotizado de menos y debes abonar la diferencia a la Seguridad Social; si la diferencia es negativa indica que la base que aplicaste fue mayor que la que te correspondía, por lo que has cotizado de más y la Seguridad Social te debe una devolución.
El proceso general tiene matices importantes que pueden afectar al resultado final de tu regularización.
No todos los periodos en los que has estado de alta como autónomo se incluyen en la regularización. Quedan excluidos:
Imagina que tus ingresos reales te sitúan en una base de cotización baja, pero tú prefieres cotizar por una base más alta para tener una mejor prestación de jubilación o baja. La ley te ampara.
Tienes derecho a elegir una base de cotización superior a la que te correspondería por tus rendimientos netos. Eso sí, esta elección debe ser expresa y comunicada a la Seguridad Social dentro del plazo establecido tras la notificación del resultado de la regularización.
Independientemente de lo bajos que sean tus ingresos, existe una base mínima de cotización que no podrás bajar. Si tu renta neta se sitúa por debajo del umbral que da acceso a la base mínima, se te aplicará esta de forma automática en la regularización. Es fundamental conocer cuál es esta base mínima cada año, ya que actúa como un "suelo" en tu cotización.
La Seguridad Social notifica el resultado de la regularización a través del servicio de notificaciones telemáticas de la Seguridad Social y mediante la Dirección Electrónica Habilitada única (DEHu).
Es crucial que tengas activadas las notificaciones electrónicas, ya que es el canal principal.
La notificación se produce en los últimos meses del año siguiente al periodo liquidado. Por ejemplo, para la regularización de las cuotas del año 2024, las notificaciones se realizarán a finales de 2025, siguiendo un calendario específico que detallaremos a continuación.
La TGSS sigue un calendario escalonado para gestionar el alto volumen de regularizaciones. Para el próximo ciclo, relativo a las cuotas del año 2024, las fechas clave son las siguientes.
Los autónomos que hayan cotizado de más y, por tanto, tengan derecho a una devolución, serán los primeros en ser notificados. Aunque aún no se conocen fechas oficiales, pero según la información disponible, está previsto que este proceso se inicie en diciembre de 2025. En esa misma fecha recibirán su notificación los autónomos cuyo resultado sea neutro (sin devolución ni pago).
Si has cotizado de más durante el año 2024 y no quieres que se te devuelva el exceso cotizado, puedes renunciar expresamente a la devolución. Esta renuncia debe comunicarse por escrito a la TGSS dentro del plazo de los 30 días naturales siguientes a la notificación del acuerdo de regularización.
Para los autónomos con derecho a devolución, la TGSS realizará las devoluciones de oficio, es decir, sin que tengas que solicitarlas. El importe se ingresará directamente en la cuenta bancaria que tengas asociada para las devoluciones de la Agencia Tributaria o, en su defecto, en la que figure en los archivos de la Seguridad Social.
Si el resultado de la regularización indica que has cotizado de menos, la TGSS te notificará la deuda. Dispondrás de un plazo para pagarla voluntariamente, normalmente sin recargos si se abona en el periodo voluntario. Si no se paga, se iniciará un procedimiento de apremio. Esto ocurrirá, previsiblemente, durante los meses de marzo y abril de 2026.
A continuación, te presentamos un cuadro resumen con las fechas estimadas para la regularización de las cuotas de 2024:
Nota: este calendario se basa en la evolución de procesos anteriores y está sujeto a confirmación oficial por parte de la Seguridad Social para 2025.
La regularización de cuotas es un proceso inherente al sistema de cotización por rendimientos reales. Lejos de ser un quebradero de cabeza, es una oportunidad para ajustar tus contribuciones a tu realidad económica.
Mantener una gestión organizada de tus ingresos y gastos, realizar una elección realista de tu base de cotización y estar atento a las notificaciones electrónicas son las claves para afrontar este trámite con éxito.
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