Evita sanciones y regulariza tu situación fiscal: descubre en qué casos procede una declaración complementaria, cómo se presenta y qué plazos debes respetar
La declaración complementaria es un trámite que permite a los contribuyentes corregir errores u omisiones en una autoliquidación ya presentada ante Hacienda. Ya sea por olvidar declarar un ingreso, deducir un gasto no justificado o cometer un simple error de cálculo, esta herramienta permite regularizar la situación fiscal antes de que lo haga la Agencia Tributaria.
En este artículo te explicamos cuándo es necesario presentar una declaración complementaria, cómo hacerlo paso a paso y cuáles son los plazos clave que debes tener en cuenta para evitar recargos o sanciones.
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La declaración complementaria es una herramienta que ofrece Hacienda para corregir voluntariamente errores o ausencias en una autoliquidación ya presentada. Presentarla a tiempo puede ayudarte a evitar sanciones más graves si la Agencia Tributaria detecta la irregularidad antes que tú. Estos son los casos más habituales en los que suele utilizarse:
A la hora de corregir errores en declaraciones ya presentadas a Hacienda, es importante saber qué tipo de declaración utilizar en cada caso. Aunque pueden confundirse, la declaración complementaria, la rectificativa y la sustitutiva tienen usos distintos según el tipo de modificación que necesites realizar.
La declaración complementaria se presenta cuando, tras haber enviado una autoliquidación, detectas que has declarado menos de lo que debías pagar o has omitido ingresos o datos relevantes que aumentan el importe a ingresar.
Su objetivo es corregir una declaración anterior añadiendo información que genera más deuda tributaria, lo que supone que deberás pagar la diferencia más los posibles recargos en función del tiempo transcurrido.
Por otro lado, la declaración rectifficativa es aplicable cuando la declaración presentada tiene errores que te perjudican y su corrección reduce la cantidad a pagar o genera una devolución.
El objetivo de esta declaración es solicitar la rectificación de una autoliquidación que contenía errores en tu contra y, por tanto, si procede Hacienda te devolverá la diferencia. Ten en cuenta que solo puede presentarse dentro del plazo legal para solicitar devolución (por lo general, 4 años).
Finalmente, la declaración sustitutiva es, sin duda,la menos común y se utiliza para anular completamente una declaración anterior y sustituirla por una nueva, cuando la primera se considera inválida o errónea en su totalidad y, por tanto, su principal consecuencia es que se anula la anterior y se toma como válida la nueva declaración presentada.
Conocer estas diferencias es fundamental para actuar correctamente ante cualquier error y evitar problemas con la Agencia Tributaria.
Saber cuándo presentar una declaración complementaria es clave para minimizar posibles sanciones y recargos. Aunque puedes corregir errores en tus declaraciones incluso fuera de plazo, cuanto antes lo hagas, mejor.
Puedes presentar una declaración complementaria dentro del mismo plazo de presentación del modelo original, si detectas el error a tiempo. Hacerlo así tiene la ventaja de que no se aplican recargos ni sanciones, ya que la Agencia Tributaria lo considera una corrección dentro del plazo legal.
Hay dos opciones a la hora de presentar la complementaria después de que haya vencido el plazo legal: de forma voluntaria o tras un requerimiento por parte de Hacienda. En el primer caso, no corresponde sanción, sino que simplemente se te aplicará un recargo por extemporaneidad.
Por otro lado, si esperas al requerimiento,la AEAT sí puede aplicar sanciones que, en función de la cantidad adeudada, pueden llegar a ser realmente importantes, como veremos más adelante.
Cada impuesto tiene su propio calendario de presentación y, por eso, los plazos para presentar la declaración complementaria dependen del modelo que estés corrigiendo:
Corregir una declaración ya presentada puede parecer complicado, pero el proceso es más sencillo de lo que parece si sabes qué hacer. A continuación, te explicamos cómo presentar una declaración complementaria paso a paso a través de la Sede Electrónica de la Agencia Tributaria:
Presentar una declaración complementaria es una forma voluntaria de regularizar errores fiscales antes de que Hacienda los detecte. Aunque puede implicar el pago de cantidades adicionales, hacerlo a tiempo y por iniciativa propia reduce notablemente las posibles sanciones.
Si presentas la declaración complementaria fuera del plazo legal, pero sin requerimiento previo de Hacienda, solamente deberás asumir un recargo por presentación extemporánea:
Como ya hemos explicado, cuando eres tú quien detecta el error y presenta la declaración complementaria antes de que Hacienda te lo requiera, la AEAT premia tu buena fé no aplicando sanciones, solo recargos si ya ha vencido el plazo.
Si, por el contrario, Hacienda ya ha iniciado un procedimiento y aún así presentas la complementaria, puedes reducir las sanciones hasta en un 30% por conformidad y un 25% adicional por pronto pago, siempre que abones la deuda en plazo.
La clave está en actuar antes de que llegue una notificación formal por parte de la Agencia Tributaria.
Aunque presentes la complementaria correctamente, Hacienda puede revisar la declaración si detecta incoherencias, errores reiterados o indicios de fraude. Estos son algunos casos que pueden dar lugar a una inspección o requerimiento:
En principio, no hay sanción por presentar una complementaria sin necesidad, pero si esta conlleva un ingreso adicional que no correspondía, deberás solicitar la rectificación para recuperar ese importe.
Si tras recibir una devolución detectas un error que te obliga a ingresar más, debes presentar una complementaria y devolver la diferencia.
No hay límite. Puedes presentar tantas complementarias como necesites, siempre que cada una corrija errores distintos o nuevos detectados.
No se puede anular, pero sí puedes corregirla mediante una nueva complementaria o, en su caso, solicitar una rectificación si has pagado de más.