Te explicamos en qué consiste, qué tipo de facturas hay y por qué es clave para tu negocio.
La facturación es un proceso imprescindible para cualquier empresa o profesional. Por eso, es fundamental tenerla bajo control y entender cómo funciona, especialmente en relación con los impuestos en España.
Empecemos con una duda habitual que suele surgir cuando alguien emprende o se enfrenta por primera vez al proceso de facturación: ¿tiene la misma validez legal una factura en papel que una factura electrónica?
La respuesta es sí, aunque con un pequeño matiz: hasta ahora, la validez de una factura electrónica dependía del consentimiento del destinatario. Sin embargo, con la entrada en vigor de la Ley Crea y Crece, este consentimiento dejará de ser necesario, ya que la facturación electrónica será obligatoria para todos a partir de 2026, con el objetivo de fomentar la digitalización y reducir la morosidad.
La obligación comenzará en julio de 2025 para quienes facturen más de 8 millones de euros al año, y se ampliará al resto en 2026. Además, el sistema Verifactu requerirá que los registros de facturación se envíen automáticamente a la Agencia Tributaria a través de un software homologado, con el objetivo de garantizar trazabilidad y control fiscal.
Así que, a partir de aquí, todo lo que contemos sobre facturación, en general, lo estamos aplicando a la facturación electrónica.
Si todas tus facturas son iguales y en tu negocio no tienes en cuenta el hecho de que deberían ser diferentes dependiendo de la naturaleza de la transacción que cubran, necesitas urgentemente conocer los cuatro principales tipos de factura que existen a día de hoy.
Es el tipo de factura que actualmente sustituye al antiguo ticket de compra. O dicho de otra manera, es el documento que se obtiene al realizar una adquisición de bienes en un establecimiento. La Agencia Tributaria solo lo acepta en estas cuatro opciones:
Son las facturas de uso estándar, las más comunes: un registro físico de una operación o pago comercial. Esta operación hace referencia a una compra, venta o prestación de un servicio.
También conocidas como facturas de abono. Las facturas rectificativas Son los documentos que se emiten con la intención de modificar o corregir los datos o importes de una factura ya emitida.
Este tipo de facturas permite agrupar diferentes operaciones comerciales realizadas para un mismo cliente dentro de un mismo mes natural.
A tener en cuenta: los albaranes no se consideran facturas, son comprobantes de entrega de mercancía a proveedores, y por eso mismo los hemos dejado fuera de esta tipología. Y lo mismo ocurre con la factura proforma, que no tiene valor fiscal y que solo opera a nivel presupuestario.
El Real Decreto 1619/2012, de 30 de noviembre, es el reglamento que regula las obligaciones de facturación y que establece todo un conjunto de normas que han de cumplir todas las facturas. Este decreto establece los diferentes tipos de facturas, estipula el contenido de cada uno de los documentos (por ejemplo: NIF, fecha de expedición, razón social, dirección, etc.), observa las características específicas de la factura electrónica, establece los plazos de pago y, sobre todo, deja bien claros cuáles son los requisitos y pasos a seguir para que cumplan la normativa.
Estos tres requisitos son los que has de tener en cuenta si quieres que la emisión de tus documentos tengan valor legal de cara a Hacienda:
Además, las facturas deben conservarse durante un mínimo de 4 años (plazo general de prescripción fiscal en España), en formato físico o digital, siempre que se garantice su accesibilidad, legibilidad y seguridad.
Una vez afirmado que, ante los ojos del Estado, las facturas emitidas de forma electrónica tienen el mismo valor legal que las tradicionales, cabe preguntar: ¿Cuáles son los beneficios de la facturación online?
Llegados a este punto, y con todos los detalles de la facturación bajo control, probablemente te estés preguntando si necesitas incorporar una solución que te ayude con los números de tu negocio, es decir, incluir un programa de facturación a tu vida profesional.
Aunque actualmente no es obligatorio utilizar un software de facturación, sí es altamente recomendable. Además, con la entrada en vigor de Verifactu y otras medidas de digitalización, contar con un software homologado será esencial para cumplir con las nuevas obligaciones fiscales.
Si quieres blindar tus documentos ante la Agencia Tributaria o la administración pública, lo mejor que puedes hacer es incluir en tu equipo un software dedicado que te ayude a la hora de abordar la emisión de la factura.
Y es que este tipo de programas cuentan con todo un conjunto de herramientas que no solo te permiten trabajar a tiempo real en la nube, sino que te ayudan a moverte dentro de la legalidad más estricta y, sobre todo, te permiten automatizar todo un conjunto de procesos que servirán para facilitar tu vida laboral diaria y darle tintes profesionales. Haz la prueba.
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Si todas tus facturas son iguales y no se diferencian dependiendo de la naturaleza de la transacción que cubran, necesitas urgentemente conocer los cuatro principales tipos de factura que existen para tener tu contabilidad al día:
Ahora que ya estás al día de todo lo que rodea al mundo de la facturación, nada más te falta elegir una buena herramienta para tener toda la contabilidad de tu negocio bajo control.
