El resultado de la fórmula del ROCE puede tener diferentes márgenes de porcentajes. Conoce cuál es el mejor margen para tu empresa en particular.
Entender qué es el ROCE es solo el primer paso. Una interpretación incorrecta de este ratio te podría llevar a malas decisiones de inversión y a tener pérdidas significativas. Por eso, te vamos a explicar cómo aplicar la fórmula del ROCE paso a paso y cómo interpretar el resultado de forma adecuada según tu caso específico.
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Las siglas ROCE significan Retorno sobre el Capital Empleado (del inglés Return on Capital Employed). Se trata de un indicador que mide la rentabilidad del capital utilizado en una empresa, e incluye tanto el dinero de los propietarios como el financiado por terceros.
Este índice sirve para mostrar cuánto beneficio genera la empresa con todos sus recursos y para reflejar la eficiencia en el uso del capital total.
El ROCE es muy importante para entender si la empresa realmente está sacando partido a todo su capital (no solo al propio, sino también al financiado). A diferencia de otros ratios financieros, que miran solo las ventas o el beneficio neto, el ROCE se enfoca en cómo rinde el conjunto de los recursos comprometidos en la actividad.
Como cualquier ratio financiero, el Retorno sobre el Capital Empleado no está exento de limitaciones. Algunas de las más habituales son:
Para interpretar correctamente el ROCE hay que compararlo con otros ratios como el ROE, ROIC, ROA, WACC o el EBIT. Cada uno mide aspectos distintos y se apoya en bases contables diferentes, por lo que no son intercambiables entre sí, sino que analizan distintos aspectos de la contabilidad de la empresa.
El ROE solo considera fondos propios, mientras que el ROCE incluye deuda y patrimonio.
El ROE (Return on Equity) mide la rentabilidad que obtiene una empresa sobre los fondos propios y refleja el beneficio neto generado por cada euro invertido por los accionistas, lo cual es clave para evaluar el rendimiento del capital social.
El ROIC excluye excedentes no operativos, mientras que el ROCE contempla todo el capital empleado.
El ROIC (Return on Invested Capital) evalúa la rentabilidad obtenida sobre el capital invertido en operaciones, al descontar activos no operativos. Es muy útil para analizar negocios con alto apalancamiento o exceso de liquidez.
El ROA usa activos totales y el ROCE se enfoca solo en el capital operativo.
El ROA (Return on Assets) indica la rentabilidad total generada por los activos de la empresa, sin diferenciar entre recursos propios o ajenos. Con ello se centra en la eficiencia del uso total de los activos.
El WACC es un coste de financiación y el ROCE mide rentabilidad sobre capital empleado.
El WACC (Weighted Average Cost of Capital) es el coste promedio ponderado del capital que utiliza una empresa, lo cual incluye deuda y capital propio. Sirve como tasa mínima de rentabilidad para que una inversión sea viable.
El EBIT es un resultado parcial, mientras el ROCE es un ratio que relaciona ese resultado con el capital.
El EBIT (Earnings Before Interest and Taxes) representa el beneficio operativo antes de intereses e impuestos. Mide la rentabilidad de la actividad sin tener en cuenta la estructura financiera ni la fiscalidad.
La fórmula para calcular el ROCE es:
ROCE = (EBIT / Capital Empleado) × 100
En esta fórmula:
El resultado de la fórmula del ROCE se expresa en porcentaje y refleja la rentabilidad generada por cada euro invertido en las operaciones de la empresa.
Antes de calcular el Retorno sobre el Capital Empleado debes tener claros los valores de EBIT y del Capital Empleado.
Busca el EBIT en la cuenta de pérdidas y ganancias del ejercicio. Si no aparece directamente, entonces calcúlalo así:
El resultado obtenido es el EBIT. En la cuenta de resultados del Plan General de Contabilidad, equivale exactamente al “Resultado de explotación”. Por eso, si ese dato ya aparece desglosado, puede tomarse directamente.
Existen dos métodos válidos:
Capital Empleado = Activo total − Pasivo corriente no financiero
Donde el Activo total se toma del balance de situación (activo no corriente + activo corriente) y el Pasivo corriente no financiero excluye deudas financieras a corto plazo (solo se descuentan proveedores, acreedores, impuestos a pagar, etc.).
Capital Empleado = Patrimonio neto + Deuda financiera neta
Donde el Patrimonio neto incluye capital social, reservas y resultados del ejercicio y la Deuda financiera neta abarca deudas con entidades financieras (a corto y largo plazo) menos la tesorería disponible (caja y bancos).
Con los cálculos anteriores, ya tienes que sustituir los valores dentro de la fórmula del ROCE:
ROCE =(Ingresos de explotación − Gastos de explotación)X 100(Activo total − Pasivo corriente no financiero)
o
(Patrimonio neto + Deuda financiera neta)
La interpretación del ROCE se basa en comparar el porcentaje obtenido con ciertos rangos de referencia. Para esto hay que tener en cuenta el sector, el tamaño de la empresa y su estructura financiera.
Aunque no existe un valor único válido para todas las empresas, hay márgenes orientativos que te ayudan a determinar cuándo el ROCE es bueno:
Veamos en la práctica un ejemplo de ROCE en una promotora inmobiliaria:
Datos anuales de la inmobiliariaIngresos por alquileres y ventas:2.500.000 €Gastos operativos (personal, suministros, mantenimiento, etc.):1.100.000 €Amortización anual de inmuebles:250.000Resultado de explotación (EBIT):2.500.000 − 1.100.000 − 250.000 = 1.150.000 €
Capital empleado de la inmobiliaria (método financiero)Patrimonio neto:3.000.000 €Deuda financiera total:2.500.000 €Tesorería (caja y bancos):500.000 €Deuda financiera neta:2.500.000 € – 500.000 € =
2.000.000 €Capital empleado:3.000.000 € + 2.000.000 € =
5.000.000 €
Cálculo de la fórmula del ROCE inmobiliario:
(EBIT / Capital empleado) x 100 = ROCE
(1.150.000 € / 5.000.000 €) x 100 = 23%
Un ROCE del 23% indica que la promotora genera 0,23 € de beneficio operativo por cada euro utilizado en su actividad (incluyendo financiación propia y ajena). Es un valor muy elevado para el sector inmobiliario, que puede deberse a una buena gestión de inmuebles alquilados, baja rotación de activos o alta rentabilidad en promociones terminadas.
Hay que tener en cuenta que el Retorno sobre el Capital Empleado puede revelar mucho sobre tu empresa, pero, en nuestra experiencia, también te puede engañar por completo si no entiendes sus limitaciones.
Entre sus principales ventajas, destaca que:
Por el contrario, debes tener en cuenta los siguientes inconvenientes:
Para utilizar el ROCE correctamente en tu empresa te recomendamos seguir estas buenas prácticas:
Para mejorar tus decisiones financieras debes utilizar el ROCE de forma complementaria con otros indicadores, como el ROI, uno de los más usados en todo tipo de empresas. Esta variedad de análisis te proporciona una visión mucho más integral del negocio.