Aprende todo sobre las facturas sin IVA y úsalas descargando las 5 plantillas gratis que te enseñamos a continuación. ¡Descárgalas aquí!
Pensando en quien no dispone de un programa de facturación, hemos preparado esta recopilación de modelos de facturas sin IVA que se pueden utilizar de forma sencilla y gratuita.
También aprovechamos para explicar varios conceptos importantes en esta materia y para dar respuesta a algunas de las preguntas que se dan con más frecuencia.
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Para que sean correctas, las facturas deben incluir obligatoriamente las menciones que exige el Reglamento de Facturación. Por eso, si no tienes del todo claro cómo hacer una factura, estas plantillas te van a ser muy útiles, porque al emplearlas vas a tener la certeza de que el documento que entregues a tu cliente va a cumplir todos los requisitos necesarios.

Cuenta con líneas independientes para insertar distintos servicios o productos, e incluye casillas para el número de unidades, precio unitario y global.

Se diferencia de la anterior en el orden en el que aparecen las columnas y en que también consta de un apartado en el que consignar el número de teléfono.

En esta plantilla la información sobre la venta es más concisa y hay un espacio reservado para añadir tu logo.

Como en las anteriores, los datos fiscales de tu empresa aparecen al principio del documento, pero cuenta con un pie de página en el que figuran otra información no obligatoria como puede ser la dirección de correo electrónico, el número de teléfono o la información bancaria completa.

Tal vez la distribución de los elementos sea más de tu agrado en esta plantilla que incluye, también, un espacio en el que plasmar cualquier aspecto adicional.
Ya que tienes a mano estos modelos de facturas que no llevan IVA, no queremos dejar pasar la oportunidad de aclarar algunos conceptos relativos a este tipo de documentos. Te serán útiles para situarte…
Las facturas sin IVA son aquellas que reflejan operaciones que no están gravadas por este impuesto, bien porque la ley las declara exentas o bien porque no están sujetas al mismo (a continuación veremos la diferencia entre estos dos supuestos).
Los beneficiarios de este tipo de operaciones son los consumidores finales porque el precio que pagan por los bienes o servicios que adquieren es menor, sobre todo cuando el tipo general en nuestro país es del 21%.
Pero el hecho de que por las operaciones no se cobre IVA también afecta a la empresa, porque en esos casos el IVA que soportan en el ejercicio de su actividad tampoco será deducible (o al menos no íntegramente). Hay algunas excepciones como pueden ser, por ejemplo, las actividades de exportación o de entregas intracomunitarias, pero la idea general es: si no repercutes IVA tampoco te lo deduces.
La exención significa que en la operación se dan todos los elementos que contempla la normativa para que se produzca el devengo del Impuesto sobre el Valor Añadido, pero que este no se aplica porque está expresamente excluidas por la ley.
Están exentos, por ejemplo, los servicios que presta un dentista o la impartición de clases de idiomas.
Por el contrario, en los supuestos de no sujeción ni siquiera se produce el hecho imponible gravado por el impuesto, es decir, no nace la obligación de repercutirlo porque no se dan todos los elementos necesarios para ello.
Así, por ejemplo, no están sujetas las prestaciones de servicios realizadas por personas dentro del ámbito de una relación laboral (por ejemplo, un trabajador asalariado).
La ley que regula el impuesto establece en su articulado tanto los supuestos de exención como los de no sujeción.
Aunque la factura sea sin IVA, es obligatoria su expedición en los siguientes casos:
No existe obligación de emitir factura en algunas operaciones declaradas exentas de IVA, pero si se da alguno de los supuestos anteriores sí que es obligatoria su expedición.
Las facturas se pueden hacer con plantillas de Excel y ser totalmente válidas. Hay incluso talonarios que ya están impresos, que puedes comprar en las papelerías y que solo tienes que cumplimentar a mano con un bolígrafo. No necesitas ni siquiera un ordenador…
Pero, claro, ninguna de las dos opciones ofrece resultados comparables con los que se obtienen al trabajar de una forma automatizada. En este sentido, el programa de facturación de Holded es, con diferencia, la mejor opción que hay actualmente en el mercado para confeccionar los distintos tipos de facturas.
Los motivos que llevan a esta afirmación son diversos, pero, a modo de ejemplo, destacamos dos:
La forma de declarar las facturas sin IVA varía según sea el motivo que las origina. En algunos casos habrá que incluirlas en ciertas casillas específicas de las declaraciones trimestrales de IVA (modelo 303) y en el resumen anual (modelo 390). En otros, solo en este último.
Y también hay supuestos en los que ni siquiera hay que presentar estas declaraciones. La casuística es amplia y compleja…
En el ámbito formal, la diferencia estriba en que en las facturas que no llevan IVA no aparecen los datos relativos a la base imponible, tipo de gravamen y cuota que sí deben figurar en las que llevan IVA. Además, han de contener una mención expresa del artículo de la ley según el cual la operación que refleja está no sujeta o exenta de IVA.
Una vez descargues cualquiera de las plantillas de manera gratuita, solo tendrás que cumplimentar los campos que faltan por rellenar con los datos de facturación: información fiscal de tu empresa y de la de tu cliente así como lo relativo a la operación.
Si la operación en cuestión no requiere que se practique retención de I.R.P.F. solo tendrás que dejar en blanco la casilla que está prevista para ello.