Descubre cómo centralizar tu tesorería puede ser la clave para optimizar la liquidez de tu empresa y ahorrar en costes financieros. Te lo explicamos paso a paso.
Gestionar la tesorería de una empresa, especialmente cuando se tienen varias cuentas o subsidiarias, puede convertirse en un quebradero de cabeza. Es común que unas cuentas tengan excedentes de dinero que no generan rendimiento, mientras que otras necesiten financiación externa, con sus correspondientes intereses.
Esta ineficiencia supone un coste de oportunidad y un gasto financiero evitable para autónomos y pymes que buscan maximizar sus recursos. En este escenario, el cash pooling se postula como una solución estratégica de gestión del efectivo.
En este artículo, te explicamos qué es el cash pooling, cómo funciona y cuáles son sus beneficios y limitaciones, para que entiendas si esta herramienta financiera es adecuada para tu negocio y cómo podrías implementarla de la forma más sencilla y eficiente posible.
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El cash pooling es una técnica de gestión de tesorería que consiste en centralizar los saldos de varias cuentas bancarias, pertenecientes a una misma empresa o grupo de empresas, en una única cuenta maestra.
Imagina que tu empresa tiene tres cuentas: la de la sede central, la de tu tienda online y la de una sucursal. En un momento dado, la cuenta de la sede tiene un superávit de 50.000 €, la de la tienda online está en 0 € y la sucursal tiene un descubierto de -20.000 €. Sin cash pooling, la sede tendría un dinero ocioso, la tienda online no generaría intereses y la sucursal estaría pagando intereses por su descubierto.
Con el cash pooling, estos saldos se compensan automáticamente. El sistema "prestaría" los 50.000 € excedentes de la sede para cubrir el descubierto de la sucursal. El resultado neto para el banco sería un saldo positivo de 30.000 €, sobre el cual la empresa ganaría intereses, evitando pagar costosos intereses por el descubierto de la sucursal. En esencia, se trata de autofinanciarse con los recursos propios, optimizando al máximo la liquidez disponible.
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El funcionamiento es más sencillo de lo que parece y se basa en la compensación automática de saldos. Aunque existen diferentes tipos el mecanismo básico sigue estos pasos:
Este proceso es automático y está gestionado por el banco, aunque la empresa debe tener un control y visibilidad absolutos a través de su software de tesorería.
El objetivo último del cash pooling es la optimización financiera. Sirve para transformar una estructura de tesorería fragmentada e ineficiente en un sistema cohesionado y rentable.
El beneficio principal es la optimización de la liquidez. Se aprovecha hasta el último céntimo de efectivo disponible en la empresa, eliminando los saldos ociosos y reduciendo la necesidad de financiación externa.
Al evitar los descubiertos en cuenta o los préstamos a corto plazo para cubrir desfases de tesorería, la empresa se ahorra el pago de intereses y comisiones bancarias. Simultáneamente, al tener un saldo agregado mayor, puede negociar mejores tipos de interés para sus excedentes.
Un saldo consolidado más elevado otorga a la empresa una posición de fuerza para negociar condiciones más ventajosas con su entidad bancaria, como menores comisiones o mejores servicios.
El departamento de tesorería o el responsable financiero tiene una visión global en tiempo real de la liquidez total de la empresa, lo que facilita la toma de decisiones estratégicas y la planificación financiera.
Centralizar la liquidez en una cuenta maestra agiliza las operaciones de pago y cobro, así como la asignación de fondos a los diferentes departamentos o filiales que lo necesiten.
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El inconveniente más importante es la concentración del riesgo: al centralizar todo el efectivo, el riesgo de liquidez y de contraparte se concentra en la entidad bancaria con la que se opera el cash pool, por lo que es crucial elegir un banco sólido.
Además, los bancos suelen cobrar comisiones por la constitución y mantenimiento de la estructura de cash pooling, de modo que es necesario realizar un estudio coste-beneficio para asegurar su rentabilidad.
Aunque es una práctica totalmente legal y regulada, es importante contar con asesoramiento fiscal y jurídico. Aspectos como la posible calificación de operaciones entre filiales como créditos (con implicaciones fiscales) deben ser considerados. La normativa contable también exige un registro riguroso de estas operaciones.
No todos los acuerdos de cash pooling son iguales. La elección del tipo más adecuado dependerá de las necesidades y la estructura de tu empresa.
Es el más sencillo. Se utiliza cuando una sola entidad legal (una empresa) posee múltiples cuentas bancarias. No hay transferencia de propiedad del dinero, solo una compensación interna de saldos. Es ideal para pymes y autónomos con varias cuentas corrientes.
Este modelo es común en grupos de empresas. Implica la transferencia física de los fondos excedentes de las subcuentas (de las filiales) a la cuenta maestra (de la matriz). El dinero se concentra físicamente en una sola cuenta, por lo que la matriz es la propietaria del efectivo y asume el control total. Es muy eficiente, pero requiere una cuidadosa planificación fiscal y legal para evitar problemas con los "dividendos ficticios".
También llamado "cash pooling notacional" o "de compensación", es más complejo pero tiene grandes ventajas fiscales. En este caso, no hay transferencia física de fondos.
Cada filial mantiene su dinero en su propia cuenta y, al final del día, el banco compensa notacionalmente (sobre el papel) todos los saldos, positivos y negativos, y aplica los intereses sobre el saldo neto agregado. Así, se obtienen los beneficios financieros sin mover el dinero, evitando muchas de las complicaciones legales y fiscales del cash pooling físico.
Implementar un sistema de cash pooling con éxito requiere de una preparación previa. Estos son los pilares fundamentales:
Pongamos un caso práctico para entenderlo mejor. Imagina el Grupo XYZ, formado por una empresa matriz y dos filiales (Filial A y Filial B). Al cierre de un día:
Sin cash pooling:
El coste financiero es evidente.
Sin embargo, con cash pooling físico:
Con notional cash pooling:
El resultado financiero es el mismo, pero sin las transferencias físicas.
El cash pooling no es una herramienta exclusiva de las grandes corporaciones. Autónomos con varias actividades, pymes en crecimiento y, por supuesto, grupos de empresas pueden beneficiarse enormemente de su implementación.
La clave reside en realizar un diagnóstico preciso de las necesidades de tesorería, elegir el tipo de cash pooling más adecuado y, sobre todo, contar con la tecnología y el asesoramiento necesarios para gestionarlo de forma eficiente y segura.
Si buscas optimizar tu liquidez, reducir costes financieros y tomar el control absoluto de tu tesorería, vale la pena que explores si el cash pooling es la solución que tu negocio necesita.