Descubre qué es la base reguladora, cómo calcularla paso a paso y cómo afecta a tu jubilación, baja o maternidad.
Como trabajador autónomo, tu protección ante situaciones como una baja laboral, jubilación o cese de actividad depende de un concepto fundamental y, a menudo, poco claro: tu base reguladora. Mientras que los empleados por cuenta ajena tienen un cálculo más estandarizado, para los autónomos este proceso es diferente y depende directamente de las decisiones que tomes sobre tu cotización.
Comprender cómo se determina esta cifra es crucial, ya que de ella depende la cuantía de las prestaciones que puedas recibir. En este artículo, desglosaremos de forma clara y práctica los pasos para calcular tu base reguladora, explicándote las fórmulas aplicables y los elementos que intervienen.
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La base reguladora de los trabajadores por cuenta propia es la cifra de referencia que utiliza la Seguridad Social para calcular las prestaciones a las que puedes tener derecho, como la baja por enfermedad, la incapacidad o la pensión de jubilación.
La base reguladora se calcula, en cada caso, aplicando un porcentaje específico a la media de la base de cotización de un determinado periodo, que varía en función de la prestación concreta que vayamos a calcular.
La base de cotización es el importe sobre el cual se calculan tus cuotas mensuales a la Seguridad Social, es decir, es la cantidad que declaras como ingresos regulares de tu actividad profesional ante la Administración. Puesto que tus ingresos, como trabajador por cuenta propia, pueden oscilar en función de la situación del negocio, la Seguridad Social te permite cambiar tu base de cotización hasta 6 veces a lo largo del año.
Aunque en ocasiones se confunden, ambos conceptos son muy distintos:
Te interesa: ¿Cómo funciona la regularización de la cuota de autónomos?
La base reguladora se calcula tomando la media de base de cotización en un periodo que varía según el tipo de prestación que se vaya a percibir y aplicando sobre el resultante un porcentaje específico. Tener estos cálculos claros resulta fundamental para evaluar correctamente el rendimiento de tu inversión en cotizaciones sociales.
Para calcular la base reguladora diaria por una baja médica por enfermedad común, se toma la suma de todas las bases de cotización de los últimos 12 meses continuos anteriores a la baja (es decir, 365 días).
Esta suma total se divide entre 360 días, no entre 365, ya que la ley establece este divisor fijo para simplificar y homogenizar el cálculo, independientemente de si el año es bisiesto o no.
El resultado es tu base reguladora diaria. Sobre esta cantidad se aplica el porcentaje correspondiente (60% desde el día 21 al 60 de la baja, y 75% a partir del día 61) para determinar la prestación económica que recibirás cada día.
La fórmula básica es:
Base Reguladora = (Suma de las bases de cotización de los últimos 12 meses) / 360
En este caso, se toma como base para el cálculo la cotización del mes inmediatamente anterior a la baja, aunque la prestación asciende al 75% de la base reguladora y se aplica desde el día siguiente a la fecha de la baja.
La fórmula de cálculo es:
Base reguladora = (cotización mes anterior a la baja) * 0,75
Para calcular la jubilación de los autónomos se tienen en cuenta los 25 últimos años de actividad laboral, por lo que se suman las bases de cotización de los 300 meses anteriores al mes de jubilación (aplicando un porcentaje de corrección según el IPC, para evitar que la inflación afecte al resultado final) y se divide el resultado entre 350 (teniendo en cuenta 14 mensualidades).
La fórmula en este caso es:
Base reguladora = (Suma de las bases de cotización de los últimos 300 meses, actualizadas) / 350
El cálculo de la base reguladora para los permisos de maternidad y paternidad es idéntico y se realiza de la misma manera que para la incapacidad temporal por enfermedad común.
Solo hay que sumar las bases de cotización de los últimos 12 meses completos anteriores al inicio del descanso y el resultado se divide entre 360 días para obtener la base reguladora diaria.
La prestación económica por maternidad/paternidad es del 100% de esta base reguladora desde el primer día, por lo que es fundamental haber cotizado por una base suficiente durante el año previo para recibir una prestación acorde a tus ingresos reales.
Esta es la fórmula para calcularla:
Base reguladora: (Suma de las bases de cotización de los últimos 12 meses) / 360
La base reguladora para la prestación por cese de actividad (cierre del negocio) se calcula de forma similar a la de jubilación, pero sobre un periodo más corto.
En este caso, se hace la media de las bases de cotización de los últimos 12 meses inmediatamente anteriores al cese y se divide entre 12 para obtener la base reguladora mensual. Sobre esta base se aplica el porcentaje correspondiente (70% durante los primeros 6 meses y 50% a continuación).
Se calcula según esta fórmula:
Base reguladora = (Suma de las bases de cotización de los últimos 12 meses) / 360
El cálculo de la base reguladora para una incapacidad permanente (IP) depende de la contingencia de la que derive y el tipo de incapacidad que genere. Hay cuatro tipos de incapacidad:
En el caso de que la incapacidad permanente parcial se deba a un accidente o enfermedad profesional, la base reguladora se calcula en base a la cotización del mes previo al hecho que ha provocado la incapacidad.
Por otro lado, en el caso de incapacidad permanente total, absoluta o de gran invalidez, hay 3 opciones diferentes:
Ejemplo 1: base mínima constante
Un autónomo que cotice durante 25 años por la base mínima (1.166,70 euros en 2025) obtendría una base reguladora aproximada de 1.050 euros, considerando las actualizaciones del IPC.
Ejemplo 2: Base media progresiva
Un profesional que inicie con la base mínima y la aumente gradualmente hasta 2.500 euros durante 25 años podría alcanzar una base reguladora de 1.800 euros aproximadamente.
Ejemplo 3: Base alta mantenida
Un autónomo que cotice consistentemente por 3.500 euros mensuales durante 25 años obtendría una base reguladora cercana a los 3.200 euros, garantizando una pensión considerablemente superior.
Si no realizas ninguna elección específica al iniciar tu actividad como autónomo, se te aplicará automáticamente la base mínima de cotización. Esta asignación por defecto se mantiene hasta que solicites explícitamente un cambio a través de los canales oficiales.
Ten en cuenta que la aplicación automática de la base mínima puede no ser la opción más conveniente según tu situación específica. Es recomendable revisar y ajustar tu base de cotización durante los primeros meses de actividad, una vez que tengas una perspectiva más clara de tus ingresos reales.
A diferencia de los empleados por cuenta ajena, para los autónomos no existe un sistema que compense de forma automática los meses en los que no has estado de alta en la Seguridad Social. Esto tiene una consecuencia directa y crucial a la hora de solicitar una prestación.
Para determinar el importe de tu baja, jubilación o otra prestación, la Seguridad Social hace una media de lo que has cotizado en un periodo concreto (por ejemplo, el último año). Los meses en los que no estabas dado de alta se incluyen en ese cálculo con un valor de 0 euros.
Así, cuanto más largos sean estos periodos sin actividad o más a menudo ocurran, más bajará el promedio de tu cotización. En la práctica, esto se traduce directamente en una prestación económica de menor cuantía, ya que la base reguladora sobre la que se calcula será más baja.