Descubre qué gastos puedes deducir legalmente si eres autónomo y trabajas desde tu vivienda habitual: suministros, reparaciones, alquiler y mucho más.
Cada vez son más los autónomos que desarrollan su actividad profesional desde casa, lo que nos plantea una pregunta recurrente: ¿qué gastos se pueden deducir cuando se trabaja desde la propia vivienda? La respuesta no es fácil, ya que Hacienda establece ciertos requisitos y límites que deben cumplirse para evitar sanciones o deducciones incorrectas.
Como sabemos que empezar no es fácil, te vamos a explicar qué puedes desgravarte como autónomo, cómo comunicarlo a Hacienda, qué porcentaje se puede aplicar a suministros y otros gastos, y qué errores conviene evitar para no tener problemas fiscales.
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Sí, los autónomos que trabajan desde casa pueden deducirse parcialmente el IVA de determinados gastos domésticos, siempre que estos se encuentren vinculados a la actividad económica y cumplan ciertos requisitos formales y de justificación.
No todos los gastos del hogar son deducibles, pero aquellos que puedan considerarse parte de la actividad profesional, como el consumo de electricidad, agua, internet o o posibles reparaciones, pueden desgravarse proporcionalmente, tanto en el IVA como en los gastos deducibles en el IRPF de los autónomos.
Pero, ¿qué porcentaje de estos gastos puedo deducir como autónomo que trabajo desde casa?
En general, puedes deducir:
Por ejemplo, si trabajas desde un despacho que ocupa el 20 % de tu casa, y dedicas ese espacio exclusivamente a tu actividad, podrás deducir el 30 % de ese 20 % en gastos como luz, agua o internet.
Para poder deducir gastos relacionados con tu vivienda habitual, es imprescindible informar a Hacienda de que desarrollas tu actividad como autónomo desde casa. Esto se hace al darte de alta o modificar tu situación censal mediante el modelo 036.
¿Qué pasos debes seguir para notificar a Hacienda?
Es importante que esta notificación se haga antes de empezar a deducir gastos. De lo contrario, Hacienda podría considerar que los consumos o pagos corresponden íntegramente al ámbito personal y rechazar la deducción.
Además para poder deducir estos gastos como autónomo trabajando desde casa, debes conservar facturas a tu nombre, con la dirección correcta y con proveedores registrados para que la deducción sea aceptada en una posible revisión.
Para que Hacienda acepte la deducción de gastos relacionados con tu vivienda, no basta con trabajar desde casa: es imprescindible cumplir una serie de requisitos formales y técnicos que demuestren que esos gastos están efectivamente vinculados a tu actividad profesional.
Cumplir con estos requisitos no solo te protege ante una inspección, sino que te permite desgravar gastos de forma segura, optimizando tu fiscalidad sin riesgos.
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Trabajar desde casa siendo autónomo implica incurrir en una serie de gastos que, si se gestionan correctamente, pueden ser deducibles parcial o totalmente en tu declaración de IRPF y, en algunos casos, también en el IVA. Por lo que vamos a ver cómo calcularlos según cada tipo de gasto habitual.
Incluye el alquiler, si no eres propietario, o los intereses de la hipoteca. Solo es deducible la parte proporcional correspondiente al espacio afectado de la actividad.
Ejemplo práctico: si tu despacho ocupa el 20 % de la vivienda y se admite un 30 % de deducción, podrás deducir el 6 % del alquiler mensual.
Este es uno de los gastos que es más fácil que te olvides que puedes deducir. Se aplica sobre luz, agua, gas, calefacción, internet y otros servicios básicos. Desde la Ley 6/2017, se permite deducir el 30 % del gasto proporcional al espacio afecto.
Es decir, un 30 % de ese 20 % del total de la vivienda que usas para trabajar. En este caso, un 6 % del total del recibo.
Si no tienes líneas separadas, solo puedes deducir la parte proporcional justificada para tu actividad. Si usas el 50 % del servicio telefónico contratado con fines profesionales, podrás deducir ese porcentaje.
Los impuestos como el IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles), la tasa de basuras o el seguro contra incendios también pueden deducirse parcialmente si afectan a la parte del domicilio destinada a la actividad.
Si cuentas con un seguro multirriesgo contratado para tu vivienda, puedes deducir la parte proporcional vinculada al espacio profesional asignado.
Todas las reparaciones o el mantenimiento del espacio destinado a tu actividad profesional como autónomo que trabaja desde casa son deducibles. No así las mejoras estructurales o ampliaciones que afecten al valor del inmueble.
Estos gastos son totalmente deducibles si están directamente vinculados con tu negocio: material de oficina, herramientas, suscripciones, software, formación, seguros móviles, etc.
Este gasto solo es deducible si puedes justificar que el vehículo se usa para la actividad profesional. En caso de uso mixto (personal y profesional), la deducción suele limitarse al 50 % del IVA y nada en el IRPF, salvo casos muy concretos.
Como autónomo trabajando desde casa, puedes deducir gastos como comidas de empresa, desplazamientos para citas con clientes, viajes y estancias fuera de casa por motivos laborales siempre que estén justificados y documentados.
Entre otros, cuotas a asociaciones profesionales, servicios de asesoría, cuotas de autónomos y suministros directamente relacionados con tu actividad económica.
Deducir gastos como autónomo cuando trabajas desde casa puede suponer un ahorro importante, pero también conlleva ciertos riesgos si no se hace correctamente. A continuación, te explicamos los errores más habituales y cómo evitarlos para estar siempre dentro de la legalidad:
Por otro lado, si eres una persona jurídica, te interesa conocer cuáles son las principales deducciones del Impuesto de Sociedades y sus requisitos para realizarlo correctamente y ver un ahorro en el pago a Hacienda.
Sea cual sea tu caso, para evitar errores, te recomendamos digitalizar tus facturas en una aplicación como Holded, que te permite ordenarlas por tipo de gasto y revisar periódicamente los criterios fiscales para mantenerte actualizado.
Si compartes la propiedad o el alquiler de la vivienda con otra persona, por ejemplo, tu pareja o un familiar, también puedes deducir los gastos relacionados con tu actividad como autónomo, pero con ciertas limitaciones.En este caso, sólo puedes deducir:- El porcentaje de la vivienda que te corresponde como titular, y dentro de ese porcentaje, la parte destinada a tu actividad profesional.- Además, los gastos deben estar a tu nombre y reflejar el domicilio fiscal comunicado a Hacienda.Vamos a verlo con un ejemplo práctico: si eres titular del 50 % de la vivienda, y usas el 20 % de ella como oficina, solo podrás aplicar la deducción sobre el 10 % del total de cada gasto y luego aplicar el 30 % de deducción permitido en suministros.El resto de condiciones (modelo 036, justificación documental, uso exclusivo del espacio, etc.) siguen siendo obligatorias, incluso si compartes la titularidad o el alquiler.