Te contamos cómo calcular correctamente el porcentaje de descuento por pronto pago para incentivar a tus clientes sin perder rentabilidad.
El descuento por pronto pago es una estrategia común en el mundo empresarial para incentivar a los clientes a pagar antes del vencimiento de una factura. Además de mejorar la liquidez de quien ofrece el descuento, representa una ventaja económica para quien lo aprovecha, en este caso el cliente. En este artículo te explicamos en qué consiste, cómo se calcula paso a paso y te mostramos ejemplos prácticos para que lo comprendas con claridad.
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El descuento por pronto pago es una reducción en el importe total de una factura que puedes ofrecer a tus clientes si estos abonan el pago antes del plazo establecido. Su objetivo principal es incentivar el pago anticipado, lo que te beneficia al mejorar tu liquidez y reducir el riesgo de impagos.
Por ejemplo, si emites una factura por 1.000 € con un descuento del 2% por pronto pago en los primeros 10 días, el cliente solo pagaría 980 € si realiza el pago dentro de ese periodo.
Ofrecer descuentos por pronto pago es una herramienta estratégica para la mayoría de las empresas y negocios, especialmente en ciertos contextos o situaciones:
La principal diferencia entre el descuento por pronto pago y otros tipos de rebajas es el criterio temporal sobre el que se aplica, ya que se concede únicamente si el cliente realiza el pago dentro de un plazo reducido desde la emisión de la factura, normalmente antes de su vencimiento.
Otros descuentos comunes que puedes ofrecer a tus clientes son:
Implementar el descuento por pronto pago no solo beneficia al cliente que aprovecha una rebaja en el precio, sino también a la empresa que lo ofrece, que disfruta de mayor liquidez en menos tiempo, lo que permite cubrir gastos operativos, invertir en nuevos proyectos o afrontar imprevistos sin necesidad de recurrir a financiación externa.
Además, este tipo de rebajas contribuyen a la reducción de impagos, ya que cuando se ofrece un incentivo económico por pagar antes de la fecha límite, muchos clientes priorizan el cumplimiento del pago.
A su vez, esto redunda en una reducción de costes operativos, ya que no hay que asignar recursos a tareas de seguimiento y gestión de cobros, y menos costes financieros, ya que recurrirás en menor medida a líneas de crédito, préstamos u otros tipos de financiación.
Finalmente, el hecho de ofrecer descuentos por pronto pago transmite confianza y consideración hacia los clientes, lo que ayudará a fortalecer tus relaciones comerciales y a fomentar la fidelidad a largo plazo.
Para disfrutar de todos sus beneficios sin que se conviertan en un problema de rentabilidad es necesario calcular acertadamente cuál es el porcentaje idóneo de descuento por pronto pago en cada momento. A continuación, te explicamos cómo hacerlo paso a paso y con ejemplos.
Ante una factura con descuento por pronto pago, tanto el emisor como el receptor de la misma tienen que comprobar que las condiciones de la misma son beneficiosas: como empresa, debes calcular el importe del descuento para que la operación siga siendo rentable, mientras el cliente debe valorar si los beneficios por pagar antes del vencimiento de la factura son realmente interesantes o le conviene pagar en el plazo habitual.
La fórmula más común para calcular el importe del descuento por pronto pago es:
i= d x 365 / t
Donde:
Para este ejemplo vamos a suponer que tus costes de financiación son del 7% y vas a ofrecer a tus clientes un descuento si pagan una factura de 1.000 euros antes de 15 días, cuando el plazo normal de abono es de hasta 60 días. Según esto:
12% = d % x 365 / 60
En este caso, d = 1,97% , lo que implica que realizar cualquier descuento por encima de dicho importe dejará de ser beneficioso para ti, aun cuando consigas que tus clientes paguen la factura en el plazo estipulado.
La misma fórmula sirve para calcular a tus clientes si el descuento es beneficioso para ellos, teniendo en cuenta su propio coste de financiación y tasa de descuento que tú les ofrezcas.
Para calcular correctamente el descuento por pronto pago, las tres variables fundamentales que debes tener en cuenta son:
Ejemplo 1: Factura de 1.000 €; 2% de descuento por pronto pago (antes de 10 días). Descuento: 20 €. Importe final: 980 €.
Ejemplo 2: Factura de 2.500 €; 3% de descuento (7 días). Descuento: 75 €. Importe final: 2.425 €. Ahorro de 75 € por pago anticipado.
Para que el descuento por pronto pago sea claro y eficaz, es fundamental aplicarlo correctamente y reflejarlo de forma transparente en las facturas. Esto no solo evita confusiones con el cliente, sino que también facilita la gestión contable.
Cuando un vendedor concede un descuento por pronto pago, la contabilidad dependerá de cuándo se reconoce el ingreso:
Desde el punto de vista del comprador, el descuento por pronto pago puede considerarse un ingreso financiero o un ahorro en la compra y, del mismo modo, depende del momento en el que formaliza dicho descuento:
En el caso de que el descuento por pronto pago se aplique en el momento de emisión de la factura, afecta a la base imponible del IVA y, por tanto, el impuesto debe calcularse sobre el importe ya descontado.
Esto es clave para no ingresar un IVA superior al que realmente corresponde, tanto para el vendedor como para el comprador.
El descuento por pronto pago puede ser una herramienta muy útil para mejorar la liquidez y optimizar la gestión financiera de una empresa. Sin embargo, si no se aplica correctamente, puede generar confusiones, problemas contables o incluso conflictos con los clientes.
Uno de los errores más comunes es no dejar por escrito las condiciones del descuento, lo que puede dar lugar a malentendidos con el cliente o a discrepancias en el pago. Evitarlo es tan sencillo como establecer siempre de antemano el porcentaje de descuento, el plazo exacto para su aplicación y la fecha límite de pago, incluyendo la información en la factura, en el presupuesto o en el contrato comercial.
Utiliza un lenguaje claro y directo, que no dé lugar a equívocos, como: “2% de descuento si se abona dentro de los 10 días siguientes a la fecha de emisión de la factura” ayuda a generar confianza y facilita una relación comercial fluida.
Otro error frecuente es aplicar el descuento en el cobro o pago sin registrarlo adecuadamente en la contabilidad, lo que puede generar descuadres en libros contables o errores en las declaraciones fiscales.
Para evitar problemas, recuerda que si el descuento se concede tras la emisión de la factura, debe registrarse como un gasto (para el vendedor) o como un ingreso financiero (para el comprador).
Además, en algunos casos, es necesario emitir una factura rectificativa para ajustar correctamente la base imponible del IVA. Asegúrate de que el departamento contable esté al tanto de los descuentos aplicados y cuente con la documentación correspondiente.
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