Incrementa el fondo de maniobra y la capacidad de afrontar las operaciones de tu negocio.
Las NOF constituyen un concepto financiero que, bien gestionado, puede tener una gran repercusión en la salud financiera de cualquier empresa. Ahora bien, esta gestión exige conocer en qué consisten las necesidades operativas de fondos y cómo calcularlas e interpretarlas para, posteriormente, implementar estrategias de optimización.
En las siguientes líneas explicamos en detalle cómo hacerlo y qué relación tiene este concepto con el fondo de maniobra de tu proyecto.
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Las necesidades operativas de fondos, habitualmente conocidas como NOF por su abreviatura, son los recursos económicos que una organización requiere para hacer frente a los gastos diarios y habituales del negocio, de modo que se garantice su desarrollo en el corto plazo eficientemente. De este modo, todas las empresas tienen NOF, aunque no siempre invierten en los mismos conceptos.
Pese a esta variedad de conceptos, es habitual que las necesidades operativas de fondos se dediquen a cubrir una serie de necesidades financieras y soportar cuentas pendientes, especialmente las relacionadas con tres tipos de activos:
Para calcular las necesidades operativas de fondos de un negocio es importante no sólo conocer la fórmula y los conceptos que la conforman, sino también las dos vertientes posibles a la hora de interpretar los resultados. Además, en situaciones en las que convenga ahondar en el conocimiento del estado financiero actual conviene diferenciar entre NOF reales y NOF teóricas.
Los elementos a tener en cuenta a la hora de calcular las necesidades operativas de fondos de una empresa son el valor de los inventarios, las cuentas pendientes de cobro y pendientes de pago y la tesorería como reflejo del efectivo disponible en la caja de la empresa. Teniendo en cuenta esto, la fórmula para el cálculo de las NOF es la siguiente:
NOF= Inventarios + Cuentas por cobrar + Tesorería - Cuentas pendientes de pago
Ahora bien, más allá de los resultados en el cálculo de la fórmula, la relevancia de las NOF reside en la interpretación que hacemos de ellas, que depende fundamentalmente de si ofrecen un valor positivo o negativo. Esto es especialmente útil para entender la salud financiera de una organización:
Fundamentalmente, la diferencia entre las NOF reales y las NOF teóricas reside en el detalle que se aplica en el cálculo. Si seguimos la fórmula anterior, el resultado nos ofrece una idea general de las necesidades operativas de fondos y, por tanto, de la salud financiera de la empresa: en este caso hablamos de NOF teóricas.
En cambio, si necesitamos profundizar en el estado financiero real de la organización, es conveniente calcular las NOF reales, para lo cual es importante tener en cuenta algunos datos relacionados con los conceptos principales. Por ejemplo, los plazos de pago y cobro de las deudas pendientes -si habitualmente hay adelantos o retrasos-, más allá de los períodos previstos teóricamente.
Como se puede intuir, las NOF guardan una estrecha relación con el fondo de maniobra de una empresa, ya que éste determina las posibilidades del negocio a la hora de afrontar sus transacciones previstas para el corto plazo. Así pues, hablamos de la diferencia entre activos y pasivos corrientes de la organización.
En este sentido, las necesidades operativas de fondos, que constituyen un segmento relevante de los activos corrientes del negocio, forman parte del fondo de maniobra de la empresa y su relación es inversamente proporcional; es decir, si se incrementan las NOF, disminuye el fondo de maniobra de la compañía y viceversa.
Al igual que hablábamos de la fórmula para calcular las NOF, el fondo de maniobra también presenta un sistema de cálculo, más sencillo, aunque requiere más información: Activo corriente - Pasivo corriente. De este modo, conviene tener en cuenta ambos cálculos y la importancia de que el fondo de maniobra exceda las necesidades operativas de fondos.
No obstante, como sucede en gran parte de los conceptos financieros de una organización, lo ideal es mantener un equilibrio entre NOF y fondo de maniobra. Aunque conviene mantener un resultado negativo en las primeras y positivo en el segundo, lo cierto es que un exceso a estos efectos suele ser indicativo de infrautilización de recursos y defectos en la gestión de activos corrientes.
Una vez ha quedado clara la relevancia de optimizar las necesidades operativas de fondo, es importante poner sobre la mesa algunas estrategias que ayudan a reducir las NOF. El trasfondo de todos estos métodos reside en el incremento de la liquidez y el flujo de caja que, al fin y al cabo, es lo que permite la capacidad de una empresa para hacer frente a sus operaciones diarias
La posibilidad de retrasar los pagos a proveedores permite a las organizaciones mantener el efectivo durante más tiempo en su caja, lo que aumenta la liquidez y el capital circulante y, por consiguiente, las posibilidades de hacer frente a las operaciones diarias. Ésta sería una de las estrategias más eficientes a la hora de reducir las necesidades operativas de fondos.
Y hablando del capital circulante, se trata de un concepto cuya rotación ha de ser rápida para optimizar las NOF. Esto se da mediante estrategias como la reducción de cuellos de botella en el desarrollo de procesos, el incremento de la eficiencia operativa y la limitación de los plazos entre el pago de materias primas y el cobro de las ventas de la producción final.
El equilibrio en el stock de una organización es un factor fundamental en la gestión de las necesidades operativas. Es importante contar con un inventario suficiente para satisfacer la demanda de los clientes, además de una reserva para responder a hipotéticos picos de demanda inesperados, más allá de la estacionalidad del producto.
Al mismo tiempo, el inventario excesivo -tanto en el aprovisionamiento de materias primas, como en el producto final una vez se ha desarrollado- implica un aumento de las necesidades de la organización: espacio, instalaciones, herramientas y empleados. Este escenario refleja una mala gestión que también repercute negativamente en las necesidades operativas de fondos.
Por último, en el lado opuesto del retraso del pago a proveedores, conviene propiciar la aceleración de los cobros a clientes. Al fin y al cabo, la explicación es la misma: si las facturas se cobran antes, el flujo de caja actual se incrementa y, en consecuencia, las NOF se ven reducidas.
Para lograr esta aceleración en el pago de las facturas por parte de los clientes es habitual prestar atención a las cuentas pendientes de cobro y ofrecer descuentos por pronto pago, entre otras medidas.
Mantener las NOF optimizadas supone una mayor capacidad a la hora de afrontar decisiones estratégicas y un incremento en la liquidez, así como el reflejo de una buena salud y estabilidad financiera. Entre otros aspectos, esto se traduce en la reducción de la necesidad de financiación externa, evitando así los intereses y mejorando la imagen de marca.
Con Holded y su sistema de tesorería inteligente el control de la liquidez y, por tanto, también de las necesidades operativas de fondos resulta mucho más sencilla, eficiente y precisa. Esto te permitirá tener una visión más completa y certera de tu situación financiera y mejorar tus gestiones y estrategias en este sentido.