Ludwig Mies Van der Rohe, diseñador industrial y arquitecto alemán. Quizás un nombre que desconocías hasta ahora y que no entiendes por qué abrimos este artículo con él. Fue el pionero en aplicar el famoso dicho “menos es más”. Lo hizo en su sector, creando espacios diáfanos sin obstáculos con estructuras mínimas. Precisamente la idea sobre la que se basa el concepto y el método Lean Startup. Una metodología tremendamente extendida en el mundo empresarial durante las últimas décadas y que desgranamos a continuación.

Vayamos por partes y definamos el método Lean Startup. Técnicamente, podríamos decir que es una filosofía y un sistema que convierte proyectos en realidades empresariales centrándose en las necesidades del cliente y en sus experiencias. Es decir, transformar una idea de negocio en un producto o servicio en base a la retroalimentación del cliente.
Reducir procesos y acciones que en muchas ocasiones no aportan nada, es uno de los objetivos principales de empresarios y emprendedores. Por eso, para ir modificando la idea inicial hasta la versión final, lo que se trata es de desarrollar productos o servicios en base a lo que demanda el cliente y el mercado. Así, ¿qué mejor metodología que ahorrar pasos y procedimientos apoyándose en lo que necesita el futuro comprador o usuario?
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Por sí solo el término suena a actual, a digital. Sin embargo, el origen del también llamado lean manufacturing se sitúa en las décadas de los 70 y 80. Fueron los ingenieros de la automovilística Toyota, en Japón y con Taiichi Ono a la cabeza, quienes lo alumbraron. Ellos supieron acortar procesos que ralentizaban la producción y consiguieron ser mucho más eficientes, convirtiéndose en un referente productivo a nivel de mundial.
Posteriormente, Steve Blank, dio una vuelta más al concepto. Este emprendedor de Silicon Valley desarrolló una metodología de validación basada en conocer de primera mano y directamente si el producto o servicio que se trabajaba satisfacía las necesidades del cliente. De esa forma estableció lo que se conoce como “desarrollo de clientes” –Customer Development–. Mediante esta metodología era capaz de ofrecer un producto mucho más próximo a la necesidad del mercado.
El tercer nombre clave es el de Eric Ries. Alumno de Blank, este emprendedor escribió El método Lean Startup. En él explica la construcción de esta metodología y cómo es posible aplicarla a todo tipo de proyectos nuevos. Posteriormente, sirvió como fuente para otros autores y hoy en día se ha convertido en uno de esos libros que todo empresario debería leer antes de emprender.
Como hemos señalado, el método Lean Startup surge del interés por ahorrar en los ciclos de desarrollo de los productos. Sin embargo, dependiendo del sector, el optimizar estos procesos implica acciones diferentes. De ahí que, dentro de la metodología Lean Startup se distingue entre tres técnicas:
Como entenderás tras leer qué son estas técnicas, al aplicar la metodología Lean Startup en tu negocio, podrás combinar las tres.

Ahora bien, ¿cómo se aplica en un negocio toda esta metodología Lean Startup y cualquiera de las técnicas que la componen? Siguiendo las enseñanzas de los emprendedores y empresarios que la trabajan, para aplicarlo hay que hacerlo en 5 pasos:
Aplicando el método Lean Startup el resultado es un Mínimo Producto Viable o MVP. Se trata de un producto o servicio muy básico, con las funcionalidades esenciales, y que nace de la reacción que han tenido en una primera fase los clientes potenciales. A partir de ahí y de los cambios que se apliquen en función del feedback, irán surgiendo nuevos MVPs hasta llegar al producto final.
Con este proceder, el método Lean Startup ha sido la filosofía capaz de cambiar modelos de negocio mediante la eliminación de “desperdicios”. Eso sí, entendiendo la palabra “desperdicio” como la calificaron en su día los ingenieros del equipo de Toyota dirigidos por Taiichi Ono. Es decir, los elementos que ralentizan y entorpecen la producción de cualquier modelo de negocio.
No obstante, los emprendedores y empresarios que hablan del método aseguran que es tan interesante porque ofrece las siguientes ventajas:
Por otro lado, aunque su éxito está probado a la hora de cambiar planes de negocio y a que es ideal para acortar los ciclos de desarrollo de los productos, el Lean Startup cuenta con sus detractores. Voces contrarias que achacan, principalmente, dos inconvenientes a esta metodología:
Incluso el propio emprendedor puede ser quien acabe perdiendo la pasión por su idea con el método Lean Startup. Al ver que el producto se va alejando de la idea con la que nació, es posible que acabe por no continuar con su proyecto por falta de ilusión o motivación.

En cuanto a marcas que hayan instaurado el método Lean Startup, puede parecer que por su nombre sea algo de compañías recientes o que pertenecen a sectores novedosos. Nada más lejos de la realidad. Grandes empresas ya lo implementaron en su momento para mejorar su modelo de negocio y obtuvieron resultados muy positivos. Aquí citamos tres casos de éxitos:
No podía ser de otra manera. Los pioneros del lean manufacturing demostraron cómo optimizar los procesos de producción allá por los años 70. A partir de ello, convirtieron a la automovilística nipona en una referencia en cuanto a eficiencia productiva. De ellos viene, por ejemplo, el proceso industrial conocido como 5S, base en el método Lean Startup –Sistematización, Subordinación, Saneamiento, Sostenimiento del proceso y Simplificación–.
En 2011, Nike optó por la filosofía Lean Startup y cambió su sistema de producción apostando por una nueva estrategia. Esta buscaba en mejorar la calidad del producto a través de los trabajadores. Para ello transformó el proceso de formación de los empleados, ajustándolo a uno de los principios de la metodología Lean: reducir el tiempo de producción mejorando las capacidades del equipo.
Intel, considerada como una de las mayores empresas tecnológicas del mundo, pasó de necesitar más de 3 meses para producir un chip a tan solo requerir 10 días. Y en optimizar un proceso así, tan solo tardaron 5 años y lo lograron a base de reducir el tiempo invertido en procesos innecesarios.
¿Podrías convertir tu idea de negocio en un producto final exitoso para el público? ¿Crees que serías capaz de optimizar tu modelo de negocio con un desarrollo de productos más eficiente? ¿Es la metodología Lean Startup lo que buscabas para llevar tu negocio al siguiente nivel? Quizás conocer esta filosofía del famoso “más es menos” es lo que estabas buscando y hasta ahora no te habías dado cuenta.