¿Es posible manejar todas nuestras finanzas desde un teléfono inteligente, una tablet o un ordenador? El pujante sector de las empresas fintech aspira a que así sea. El palabro, que seguro que ya has escuchado, aúna las voces en inglés finance y technology.
La llegada de los teléfonos inteligentes y sus aplicaciones, junto con el uso de técnicas avanzadas como la inteligencia artificial y el machine learning, le ha otorgado a la industria global de servicios financieros la oportunidad automatizar procesos y cambiar el tono y el estilo tradicionalmente asociados con las finanzas.
Las empresas fintech son compañías nacidas con el objetivo de aplicar la transformación digital a los servicios financieros. El fenómeno fintech engloba iniciativas tanto para particulares como para corporaciones. El sector está compuesto por cientos de startups que están cambiando a paso firme el modelo de la banca tradicional.
Aunque el término ha existido desde la década de 1980, no fue hasta la crisis financiera mundial de 2008 que algunos grupos comenzaron a usar el término fintech en un contexto profesional.
Tras un crecimiento exponencial en el número de proyectos y financiación dedicados al sector en 2012, la expresión se hizo popular a partir de 2015. Hoy, la gran mayoría de nosotros utilizamos fintech de una u otra manera en nuestras finanzas personales. Quizá el ejemplo más conocido sea el de Bizum, el proveedor de servicios de pago electrónico en España nacido en 2016 que ha modificado nuestra relación con el dinero de papel y la mentalidad a la hora de hacer transacciones bancarias.
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Pero hay otros muchos ejemplos: neobancos, agregadores de finanzas o tarjetas virtuales son algunas de las actividades que realizan estas empresas emergentes.
Estas marcas suelen aunar un diseño atractivo y una app sencilla y manejable. Tienden a tener a los más jóvenes entre los primeros en adoptarlas, pero cada día encuentran menos resistencia entre el público que conoció las entidades financieras tradicionales tal y como eran antes.
La base de datos de startup Dealrooom muestra que las rondas de financiación en fintech alcanzaron en España, en el año 2021, 468 millones de euros. Actualmente, en España existen más de 300 empresas dentro de la categoría de fintech. A la inversión nacional se suma la llegada de empresas fintech internacionales que están ampliando negocio en la península ibérica. Firmas como N26, Revolut o Qonto son algunas de las que ya operan en el país.
La estrategia de la mayoría suele ser un modelo freemium con unos servicios básicos gratuitos y otros de pago más avanzados. Estos son algunos ejemplos de fintech exitosas:

Es una de las empresas emergentes financieras con más experiencia. Nació en Reino Unido en 2015 con el atractivo de ofrecer servicios con menos comisiones. Entre ellos destacaba el lanzamiento de una tarjeta de débito para poder retirar dinero en el extranjero con menos comisiones y una app que permitía el cambio de divisas a precio de mercado.
En 2020, la firma lanzó sus servicios para empresas y ha ido añadiendo funcionalidades como sus pockets para controlar gastos o sus cuentas para niños. En todo el mundo, Revolut tiene 13 millones de usuarios y más de 500.000 empresas con cuentas en la aplicación. En España, tiene más de 650.000 usuarios.

Banco totalmente online y con menores comisiones que la banca tradicional. Es una de las fintech con mayor valoración de mercado y que está presente en más mercados, concretamente, en 25 países. Fue fundada en 2013 y lanzaron el primer producto a comienzos de 2015.
Actualmente, N26 cuenta con más de 5 millones de clientes. La empresa tiene más de 1.500 empleados en 8 delegaciones: Berlín, Nueva York, Barcelona, Madrid, París, Milán, Viena y São Paulo. N26 tiene una licencia bancaria europea completa y ha empezado a operar en Estados Unidos en alianza con Axos Bank, entidad adscrita al fondo de garantía de depósitos del país (FDIC).

Este un neobanco francés se fundó en 2016. Durante el 2019 lanzó sus productos en España, Alemania e Italia. Su objetivo como empresa es reinventar la banca para las empresas simplificando el día a día de compañías y autónomos.
Está dirigida de manera particular a autónomos y pymes y ofrece tanto cuentas corrientes como tarjetas para uso profesional. Por un lado ofrecen una cuenta online para autónomos y por otro, una cuenta corriente de empresas.

Una de las grandes fintech europeas por valoración del público. Esta startup sueca aterrizó en España en verano de 2020 después de estar ya presentes en otros mercados europeos y en Estados Unidos. Su función es sencilla: permite aplazar los pagos en las compras.
Esta fintech tiene acuerdos con grandes empresas, como es el caso de H&M, para introducir su servicio en las compras online y que, de esta forma, el cliente pueda aplazar el pago sin tener que acudir a un banco.

Es una de las grandes fintech españolas. Fundada como un agregador financiero para conocer el estado de tus cuentas, también ofrece la posibilidad de abrir una cuenta con ellos y tener una tarjeta de débito.
El universo fintech se divide en varios sectores principales:
La banca online es la base sobre la que se erige el modelo fintech, que provee a sus clientes de un catálogo de productos y servicios plenamente digitales que pueden contratarse y gestionarse a través de dispositivos electrónicos como ordenadores, teléfonos móviles y tablets.
No obstante, la revolución fintech va mucho más allá de la mera posibilidad de gestionar tus finanzas en remoto, ya que, junto a lo anterior, estas startups no cesan en su empeño de habilitar nuevos avances técnicos que les permitan suministrar un servicio cada vez mejor y más inmediato. Por ello, recurren a la inteligencia artificial y al análisis de datos, por citar solo dos ejemplos de innovación tecnológica.
Las fintech redefinen los requisitos exigidos a los clientes y se reduce el papeleo y la documentación en las solicitudes. Se aplican también parámetros diferentes a la hora determinar el perfil crediticio de los clientes o una mayor flexibilidad en la operativa financiera relativa a la administración de las finanzas.
Estamos ante un modelo que tiene en cuenta el ritmo de vida de sus clientes y que aplica celeridad a la burocracia. La rapidez forma parte del modelo de negocio.