Lo que paga una empresa por un empleado no es lo mismo que este percibe, la empresa siempre pagará una cifra más alta que lo se refleja en el resultado neto de la nómina del trabajador a final de mes. Así que, a la hora de ofrecer un sueldo a una futura contratación, no hay que pensar tanto en el salario que vas a ofrecer, como en el coste completo que vas a tener que asumir cada mes.
En este artículo te ofrecemos todos los conocimientos y herramientas necesarias para realizar esos cálculos.
La nómina de cada persona empleada en una empresa se desglosa en dos conceptos base:
Los gastos sociales de la persona contratada, por lo tanto, no implican una cuantía fija aplicable a todos los trabajadores y sectores. Es más bien una variable que depende de dos factores concretos: las mencionadas cotizaciones de la Seguridad y las retenciones del IRPF. Veamos ambas al detalle.
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Podría decirse que las cotizaciones de un trabajador suponen aproximadamente un 6,4% de su sueldo bruto. ¿Y por qué es importante este porcentaje? Porque se destina a su prestación por desempleo además de a coberturas diversas (y especialmente necesarias) como las futuras bajas médicas.
Los factores que influyen en estas cotizaciones son dos: por un lado, el régimen en el que el empleado esté dado de alta, que puede ser general, de autónomos, empleado del hogar, etc. Y, por otro, la modalidad de contratación, que es la que determina si el trabajador es fijo, a tiempo parcial o similares.
Las bases de cotización a la Seguridad Social mantienen la aplicación de la Orden TMS/83/2019, que prorroga los presupuestos generales del Estado para el año presente. A partir de ahí, las cotizaciones mensuales dependerán del grupo en el que se encuentre el trabajador.
Existen ciertos grupos cuya cotización debe calcularse en bases diarias. Son los siguientes:
En el caso del IRPF, por otro lado, no existen unas cantidades estipuladas y, de hecho, es necesario hacer el cálculo de forma independiente para cada trabajador. Al fin y al cabo, este es un impuesto que grava el dinero ganado por el empleado durante todo el año, así que dependerá precisamente de su salario base.
El IRPF debe ser liquidado entre los meses de mayo y julio, aunque también es cierto que la Seguridad Social retiene una parte de la nómina mensual de los empleados. Su cuantía dependerá de lo que el trabajador gane además de su situación personal: si está casado, si tiene hijos, si su vivienda es de propiedad o en alquiler, etc.
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Una vez aclarados los conceptos, existe una fórmula para calcular el coste individual de cada persona empleada, para ello hay que tener en cuenta ciertas variaciones que hemos mencionado anteriormente. La fórmula quedaría así:
COSTE LABORAL DEL TRABAJADOR = SALARIO BRUTO + COTIZACIÓN SEGURIDAD SOCIAL
Te dejamos algunos consejos que pueden ayudarte a mejorar tus presupuestos mensuales: