¿Por qué tu grupo profesional importa? Te lo explicamos con ejemplos de cómo afecta a tu salario, posibilidades de promoción y posibles despidos.
¿Sabes a qué grupo profesional perteneces? Conocer esta información es clave para entender tus derechos laborales, desde el salario hasta las posibles promociones. Sin embargo, no siempre es fácil identificar en qué grupo se encuadra tu puesto, especialmente si tu empresa no lo ha especificado claramente en el contrato.
Tras la reforma laboral de 2012, el concepto de categorías profesionales dejó de existir, pasando éste a denominarse grupo profesional, un detalle que se ha mantenido también con la última reforma laboral, la de 2022.
En este artículo, te explicamos cómo saber tu grupo profesional de forma rápida y sencilla, revisando tu contrato, el convenio colectivo aplicable y otros documentos oficiales. Además, te damos las claves para interpretar correctamente esta clasificación y asegurarte de que tu empresa te está aplicando las condiciones adecuadas.
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Los grupos profesionales son una clasificación que se establece en el convenio colectivo y permite a las empresas organizar a los trabajadores por áreas de actividad. Por ejemplo, un mismo grupo (como "Grupo 2: Técnicos") puede incluir desde informáticos hasta administrativos con responsabilidades equivalentes.
Por otro lado, la categoría profesional (ya en desuso) era un concepto que aparecía en los contratos de trabajo antes de la reforma de 2012 y se utilizaba para clasificar el empleo a desarrollar, así como para establecer el porcentaje de cotización a la Seguridad Social. Los convenios colectivos determinaban el sueldo mínimo en función de las categorías profesionales, así que entrar en una u otra tenía una gran importancia.
Con la entrada en vigor de la citada reforma, las categorías profesionales se convirtieron en grupos profesionales, provocando que se tengan más en cuenta las características del puesto de trabajo, las tareas que se van a desarrollar, las responsabilidades o los conocimientos requeridos, en detrimento de otros aspectos, como la titulación o la experiencia del trabajador. Su principal finalidad es estructurar una jerarquía dentro de la empresa y determinar tanto el salario como las condiciones laborales de cada empleado.
Veamos esto con un ejemplo. Antes de la reforma de 2012, un abogado estaría encuadrado en una categoría profesional de titulado superior, independientemente de las funciones que realizara.
Sin embargo, ahora se encuadra dentro del grupo profesional que le corresponda en función de las tareas que realiza. Por ejemplo, si sus tareas son de administrativo, se encuadrará en el grupo 5, el de oficiales administrativos, mientras que si trabaja como abogado se encuadrará en el grupo 1.
En contraposición a las 5 categorías profesionales clásicas (personal de alta dirección, titulados superiores o técnicos, técnicos intermedios, personal cualificado y personal no cualificado), que clasificaban a los trabajadores en función de su formación, actualmente existen 11 grupos profesionales distintos:
Grupo ProfesionalDescripciónGrupo 1Ingenieros y licenciados. Personal de alta dirección no incluído en el artículo 1.3.c del estatuto de trabajadores.Grupo 2Ingenieros técnicos, peritos y ayudantes tituladosGrupo 3Jefes administrativos y de tallerGrupo 4Ayudantes no tituladosGrupo 5Oficiales administrativosGrupo 6 SubalternosGrupo 7Auxiliares administrativosGrupo 8Oficiales de primera y segundaGrupo 9Oficiales de tercera y especialistasGrupo 10PeonesGrupo 11Menores de 18 años.
Puesto que el grupo profesional depende, directamente, de las funciones que la persona desarrolla en su puesto de trabajo, el convenio colectivo aplicable es el documento que establece los grupos de un determinado sector. Además, usualmente cada grupo se organiza en distintos subgrupos en función del nivel de responsabilidad concreto que existe en cada una de las tareas que comprenden. No obstante, los grupos profesionales se determinan considerado varios factores:
En el caso de que tu puesto pueda coexistir en distintos grupos o subgrupos, debes llegar a un acuerdo con la empresa para establecer a qué grupo perteneces en función de la tarea principal que desarrolles en tu puesto.
Hay dos cuestiones fundamentales que de deben tener en cuenta en la asignación de grupos: por un lado, la igualdad de género, según la normativa laboral, y, por otro, la relación entre el grupo profesional y la retribución del puesto; puesto que la segunda depende directamente del primero, es fundamental que te asegures de que te han asignado el grupo correcto.
Si no tienes claro cuál es tu grupo profesional, puedes comprobarlo en distintos documentos: el primero de ellos es el contrato de trabajo, en el que debe constar el puesto que vas a ocupar y, en consecuencia, las tareas y responsabilidades que debes asumir según el grupo al que estás adscrito.
El segundo documento en el que, normalmente, aparecerá tu grupo profesional y tus atribuciones es la nómina. Ahora bien, puesto que lo más habitual es que la determinación del grupo profesional provenga del acuerdo previo entre trabajador y empresa, si ninguno de los dos estipulan específicamente a qué grupo perteneces, debes dirigirte al responsable de recursos humanos o a tu superior inmediato.
En tercer lugar, puedes consultar el convenio colectivo correspondiente. En él, lo habitual (o deseable) es encontrar qué puesto y qué funciones concuerdan más con nuestro grupo profesional. Decíamos “lo deseable” porque es cierto que algunos convenios son muy vagos a la hora de especificar las funciones para determinar el grupo profesional de los empleados.
¿Y qué pasa si tu trabajo abarca tareas de varios grupos profesionales? En el caso de que realices funciones de dos o más grupos profesionales diferentes, pertenecerás a aquel al que dediques más tiempo de tu jornada laboral.
Hay muchos motivos que explican la importancia de conocer el grupo profesional al que perteneces:
Con independencia de tu grupo profesional, es posible que a lo largo de tu carrera acabes realizando funciones que no se corresponden con el grupo profesional al que estás asignado.
Debes saber que en el caso de que estés realizando funciones de un grupo inferior, la empresa no puede bajarte de grupo profesional sin más, porque, a día de hoy, esto está considerado como un despido improcedente.
Sin embargo, sí es posible que te reduzcan el grupo profesional alegando razones técnicas u organizativas, pero esta “bajada” ha de tener una aplicación temporal y transitoria.
Además, durante este periodo no podrán tocarte el sueldo. Y si infringen cualquiera de estas condiciones, ya sabes: es un despido improcedente y, por lo tanto, es denunciable.
De igual forma, puede ocurrir que estés realizando funciones que se correspondan con un grupo superior a aquel en el que estás enclavado actualmente. En ese caso, puedes solicitar a tu empresa que te cambien a un grupo superior, pero ten en cuenta que tienes que poder justificar que cumples con los requisitos para el ascenso.
Como ya hemos visto, a lo largo de tu trayectoria profesional es probable que, en algún momento, realices funciones en tu puesto de trabajo que no sean las que contempla tu grupo profesional. Si tienes la sospecha de que estás realizando tareas que corresponden a un grupo superior y que, por lo tanto, tu empresa cotiza por ti menos de lo que debiera, esto es lo que tienes que hacer:
En el caso de que, en efecto, estés en un grupo profesional que no es el tuyo, anota cuál sería tu grupo y salario para poder reclamarlo. Estos son los pasos que debes seguir.
Llegado este punto, un juez será el encargado de requerir el cambio de grupo si se ajusta a la ley. No hay plazo para este último paso, siempre y cuando tus funciones sigan siendo las mismas.
En España, existen dos sistemas fundamentales para clasificar a los trabajadores: los grupos profesionales y los grupos de cotización. Aunque están relacionados, tienen finalidades distintas.
Como ya hemos comentado, los grupos profesionales agrupan a los trabajadores en función de sus funciones, responsabilidades, nivel de formación y cualificación. Estas clasificaciones están reguladas por los convenios colectivos. Su principal finalidad es estructurar una jerarquía dentro de la empresa y determinar tanto el salario como las condiciones laborales de cada empleado.
Por su parte, los grupos de cotización son una clasificación establecida por la Seguridad Social que organiza a los trabajadores según su categoría profesional. Esta agrupación se utiliza para calcular las bases de cotización. Su objetivo consiste en determinar las aportaciones a la Seguridad Social y garantizar que se apliquen correctamente las prestaciones sociales, como las pensiones, el subsidio por desempleo o las bajas médicas.
Por tanto, el grupo profesional de un trabajador determina el grupo de cotización al que pertenece, aunque puede haber variaciones dentro de un mismo grupo. Esta clasificación influye directamente en la base de cotización, lo que repercute en el acceso y cálculo de las prestaciones de la Seguridad Social.
Una de las consecuencias económicas más evidentes de la pandemia incidió directamente en las cotizaciones de la Seguridad Social. En 2020 y 2021 se perdieron muchas personas cotizantes y los gastos de la Seguridad Social se vieron incrementados por las ayudas correspondientes.
Por suerte, esta tendencia ya se está invirtiendo. Según datos oficiales de principios de 2023, en 2022 se produjeron 471.000 nuevas altas en la Seguridad Social, mientras que en 2023 se incorporaron 533.731 trabajadores. Aunque las bases de cotización se congelaron en 2021 de forma extraordinaria, en 2025 los tipos de cotización se modificaron, con unas bases máximas establecidas en 4.909,50 €:

Fuente: Seguridad Social
Pertenecer a un grupo de cotización u otro implica que la base de cotización mínima y máxima sean diferentes. No tiene tanta importancia en cuanto a la base de cotización máxima, ya que es igual para los diferentes grupos (del 1 al 7 en el cálculo mensual y del 8 al 11 en el cálculo diario). Sin embargo, sí que es determinante en el cálculo del salario mínimo y en los despidos y reincorporaciones tras una excedencia voluntaria
En el caso de los despidos objetivos, se tendrá en cuenta el grupo profesional. Y es que a igual grupo se entenderán similares funciones laborales y en consecuencia se elegirá, dentro de ese grupo, a la persona o personas que se vayan a despedir.
Lo mismo ocurre cuando un trabajador vuelve de una excedencia voluntaria. Este solo tendrá derecho a reincorporarse en caso de que exista un puesto disponible en su mismo grupo profesional.
En términos de cotización, no hay grupos profesionales entre los autónomos, aunque sí existen distintos tipos de autónomos según la labor que desempeñan, si han creado o no una sociedad, etcétera.