En el mundo laboral la conciliación con la vida personal se ha convertido en una prioridad y, por ello, cada vez más empresas están concediendo la flexibilidad horaria a sus empleados. Ahora el foco ya no está tanto en la empresa, sino en la satisfacción del trabajador que, al fin y al cabo, es clave para el buen funcionamiento de esta.
Por lo menos los empleados de nuestro país lo tienen claro y es que, según datos del Observatorio de RRHH, el 65% de asalariados españoles prefieren trabajar en una empresa con horario flexible y este porcentaje no va a hacer más que crecer.
La pandemia demostró que hay otras modalidades más allá de la jornada laboral tradicional de 9h a 18h y que dejar más libertad a los empleados a la hora de elegir sus horarios no perjudica el rendimiento de la empresa, sino más bien al contrario. En este artículo te hablamos de la flexibilidad horaria, de lo que dicen las leyes al respecto, qué maneras diferentes hay de llevarla a cabo y por qué deberías ponerla en marcha en tu empresa.
La flexibilidad horaria en el trabajo consiste en organizar las jornadas laborales respondiendo a las necesidades de los empleados para que puedan conciliar mejor su vida personal y familiar con su empleo. Así pues, horario flexible no significa trabajar menos horas, sino que se trata de dar autonomía al trabajador para que pueda organizar sus propios horarios en función de sus necesidades personales.
Adaptar la duración y distribución de la jornada y también la ordenación del tiempo de trabajo incluido el teletrabajo es, desde la aprobación del Real Decreto ley 6/2019, un derecho para cualquier trabajador en nuestro país. Con estas nuevas medidas urgentes incluidas en el Estatuto de los Trabajadores se pretende favorecer la conciliación de la vida familiar y laboral sin que los empleados tengan que verse obligados a recurrir a la jornada reducida y consecuentemente renunciar a una parte de su sueldo.
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Este decreto dicta que para establecer un horario flexible es necesario llegar a un acuerdo con la empresa, teniendo en cuenta la valoración de la «razonabilidad» y la «proporcionalidad», las necesidades de conciliación del trabajador y las necesidades organizativas o productivas de la empresa. Sin embargo, hay que tener presente que la jornada que se desempeña con flexibilidad horaria tiene que responder a las mismas obligaciones que la jornada fija, como por ejemplo, el registro obligatorio al inicio y final de la jornada que establece el mismo Estatuto de los Trabajadores.

Existen diferentes formas mediante las cuales se puede aplicar la flexibilidad horaria. Veamos las modalidades más comunes:
Con el horario flexible flotante la empresa permite elegir la hora de entrada y de salida a sus empleados dentro de unos márgenes. No se trata de una jornada fija, es decir, el empleado puede cambiar horas de trabajo de un día a otro y no tiene que entrar todos los días a la misma hora. Por ejemplo, puede reducir su jornada de 8 horas a 6 y a los dos días siguientes compensarla con jornada de 9 horas.
Como en la modalidad anterior, la entidad ofrece a la empresa varias posibilidades de entrada y salida al trabajo. La diferencia es que, en el horario fijo-variable, el horario escogido será el obligatorio para todos los días. Por ejemplo, los empleados pueden entrar a trabajar desde las 7h hasta las 9:30h de la mañana y terminar la jornada de 16:00h a 18:30h.
En esta fórmula, el empleado puede gestionar libremente sus horarios pero teniendo que cumplir con los objetivos establecidos por la empresa.
Con la llegada de la pandemia, muchos negocios y organizaciones crearon nuevos modelos de horario flexible para adaptarse a las nuevas circunstancias abriendo paso al teletrabajo. Algunas de ellas volvieron al modelo presencial con la mejora de la situación pero otras mantuvieron esta flexibilidad que, en muchos casos, les ayudó a ahorrar costes y aumentar la productividad. Quedó demostrado que aunque los empleados no estén físicamente en el lugar de trabajo pueden rendir igual o más.
En este sentido se pueden distinguir tres modalidades más de trabajo flexible:
El teletrabajo es una forma de trabajo flexible en la que el empleado puede trabajar desde dónde quiera sin tener que acudir a la empresa de forma presencial. Esta modalidad, como es obvio, solo es posible en aquellos tipos de trabajo que se pueden hacer desde cualquier lugar y, en la mayoría de los casos, se realizan con la ayuda de tecnología como VPN para acceder a los sistemas del empleador, plataformas de videoconferencias, etc.
El empleado tiene la libertad de escoger ir a la oficina o quedarse en casa trabajando según las necesidades de cada día. Esto permite ahorrar tiempo en desplazamientos y poder priorizar tareas del hogar o cuidado de familiares. Algunas empresas, por ejemplo, piden a los trabajadores asistir presencialmente un mínimo de 2 días a la semana y el resto de días dejan la decisión en mano de cada uno.
Este modelo permite libertad máxima al empleado que puede viajar y trabajar desde cualquier parte del mundo. Cada vez existen más nómadas digitales que buscan destinos paradisíacos para romper con su rutina y poder trabajar des de allí.

Ofrecer un horario flexible a tus empleados puede aportar numerosas ventajas para tu negocio y eso explica porque cada vez hay más empresas que se deciden a hacerlo. Veamos cuáles son:
El hecho de que la empresa les conceda la autonomía de elegir sus horarios y la posibilidad de conciliar su vida personal con la laboral hace que los empleados se sientan muy valorados por la empresa y contentos de trabajar en ella.
Cuanto más satisfechos están los empleados y cuanto más comprometidos se sienten con la compañía, mayor es su rendimiento por lo que la flexibilidad horaria incide de manera positiva en la productividad de la empresa.
Con un horario flexible los empleados tienen más opciones para invertir tiempo en hacer cosas que les gustan y no se sienten tan limitados por el trabajo a la hora de tener tiempo para ellos. En consecuencia, los trabajadores están más satisfechos y felices y hace que el ambiente sea mejor en el lugar de trabajo. Al mismo tiempo, esto se plasma en un compromiso mayor en el puesto de trabajo y en la consecución de los objetivos establecidos.
Entender y facilitar la conciliación laboral significa ofrecer unas condiciones más ventajosas y atractivas que harán que más empleados quieran trabajar o quedarse en tu empresa. Por norma genera, el talento joven valora en primer lugar la flexibilidad horaria más que el salario o los incentivos a la hora de elegir un puesto de trabajo.
Para comenzar a implementar un horario flexible en la empresa hay que establecer unas pautas a seguir y tener en cuenta una serie de aspectos. Veamos en qué consisten:
En definitiva, la flexibilidad horaria es una nueva forma de organización y estrategia laboral en la que tanto el trabajador como la compañía salen beneficiados. A pesar de que algunas empresas todavía son reacias a ello, si quieren ser competitivas en el mercado laboral y atraer al talento joven tendrán que acabar subiéndose al carro.