La pandemia ha sido el detonador, pero la bomba ya estaba a punto de estallar. Hablamos del teletrabajo. Un melón que, tarde o temprano, se iba a tener que abrir y que ha eclosionado a la luz de la COVID-19. Las nuevas tecnologías y la transformación digital de muchas empresas y sectores, así como la aparición de nuevas profesiones vinculadas al mundo online, ya habían abierto el camino.
No obstante, han sido las restricciones sufridas durante estos dos difíciles años (y su reciente eliminación) las que han puesto sobre la mesa el trabajo en remoto como un debate a nivel global, un reto al que enfrentarse para profesionales y empresas. Así que, veamos: ¿qué ventajas y desventajas tiene el teletrabajo? O, mejor aún, ¿qué beneficios e inconvenientes plantea tanto para los trabajadores como para los empresarios.

Son cosas de la actualidad, pero lo cierto es que el término teletrabajo no para de sonar y aparecer en todas partes. LinkedIn, Twitter, encuestas, medios de comunicación… Su auge, como señalábamos en la entrada, ha sido tremendo durante la pandemia. Para crear el marco ideal en el que establecer las ventajas y desventajas del teletrabajo, primero, definamos el concepto.
Según la OIT (Organización Internacional del Trabajo), el teletrabajo es “una forma de trabajo en la cual:
Por lo tanto, el concepto engloba tanto la acción de trabajar a distancia y fuera de la oficina como la técnica, basada en el uso de las nuevas tecnologías, para ello. He ahí la razón por la que se incluye el prefijo “tele” en el término. Con esta definición, entendemos como teletrabajadores a:
Es una obviedad que el teletrabajo ha sido la modalidad reinante durante la pandemia en muchos empleos. Tan solo hace falta ver los datos para comprobarlo. El portal estadístico Statista señala que en España pasamos de tener 951.800 personas que trabajaron regularmente desde casa en 2019 a más de 3 millones en 2020. O sea, un incremento del 216,8%.
De esta manera, el teletrabajo, para muchos profesionales asalariados, se ha convertido en una forma de trabajo muy interesante y con importantes beneficios, como veremos más adelante. Por el contrario, no todas las empresas se muestran partidarias de continuar fomentando esta nueva modalidad de empleo, lo cual puede acabar siendo un hándicap para sí mismas. De hecho, con la relajación de las medidas, muchas han retomado la presencialidad en las oficinas o la modalidad híbrida.
En esta línea, Cinco Días citaba el informe Reclutar, Retener y Crecer de la consultora Poly que arrojaba el dato de que el 56% de las empresas en el mundo son conscientes de que, si no ofrecen la modalidad de trabajo híbrido, pueden perder personal y dejar de atraer talento. Aun así, el 52% de las compañías creen que la modalidad híbrida es pasajera y el 19% están exigiendo la presencialidad.
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Dicen que nunca llueve a gusto de todos, pero sí parece haber una percepción de que la mayoría de asalariados prefieren una modalidad híbrida, o por lo menos flexible. Por no hablar de los muchos autónomos que trabajan de forma online en sectores completamente digitalizados.
A su vez, también hay empresarios que abogan por el teletrabajo. Directivos que han visto cómo esta modalidad de empleo aporta beneficios nada desdeñables para el negocio. Veamos qué ventajas aporta el teletrabajo tanto para los empleadores como para los empleados.
Las principales ventajas que argumentan los asalariados que defienden el teletrabajo son:

Por su parte, las principales ventajas del trabajo a distancia para los negocios y, por ende, para los empresarios son las siguientes:
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Existen múltiples voces que se muestran contrarias al teletrabajo. O, como mínimo, detractores de esta modalidad de trabajo a tiempo completo, y no solo empresarios o directivos.
Los principales inconvenientes que encuentran muchos trabajadores al teletrabajo son:

En el caso de los directivos y empresarios, los inconvenientes que presenta el teletrabajo son los siguientes:
No obstante, sí queremos recalcar que estos inconvenientes en su mayoría son temores que no están confirmados por estudios o pruebas. Son, más bien, retos que derivan de una cultura y una mentalidad laboral algo desfasada.
De hecho, en línea con lo anterior, la tecnología ya está demostrando que existen múltiples herramientas con las que el teletrabajo se simplifica. La propia pandemia y su consecuente confinamiento ayudaron a que plataformas de comunicación crecieran exponencialmente. ¿Quién no hizo videollamadas de trabajo o personales por Zoom, Skype, Google Meets o Microsoft Teams?
Al mismo tiempo, con el teletrabajo, numerosos negocios implantaron herramientas de gestión como la de Holded. Con esta clase de software –ERP– se controlan a distancia y en un mismo programa aspectos del negocio tan relevantes como:
También con el boom del teletrabajo experimentaron notables crecimientos aplicaciones dedicadas al almacenamiento archivos y documentos en la nube. Nos referimos, por citar algunas, a Google Drive, Dropbox o Evernote.
Y cómo no, mencionar también a los populares negocios digitales y las marcas y profesionales que se dedican a ellos directamente (Shopify, WooCommerce, Prestashop o Magento) o indirectamente (PayPal, Stripe o los servicios de pago de empresas como Google, Apple o Amazon). Lo cierto es que el comercio online fue otro de los campos que vivió una auténtica revolución con la pandemia. Un sector de puro teletrabajo que ha generado negocios y empleos totalmente nuevos. Pero ese ya es un tema a tratar en otro artículo.