Si eres un emprendedor, seguro que has leído sobre el bootstrapping como un método mágico para alcanzar el éxito. Te lo explicamos todo sobre él.
Si estás metido hasta las trancas (o pretendes meterte hasta las trancas) en esto del emprendimiento, seguro que te suena este término. Básicamente, porque siempre sale a colación como el método con el que muchas empresas han conseguido alcanzar un éxito sin precedentes a partir de unos recursos escasos. ¿No te interesa aprender un poco más sobre este concepto?
Porque, cuando te predispones a lanzar un proyecto de emprendimiento, hay que tenerlo todo ligado y bien ligado: la idea, los recursos... ¡Incluso el mejor programa ERP en la nube para tenerlo todo bajo control en tiempo real! Pero todo eso no se traducirá en éxito a no ser que haya una metodología eficaz que articule todos tus movimientos.
Y esa metodología puede ser el bootstrapping. Vamos a darle una oportunidad.
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Normalmente, solemos decir que con este tipo de términos hay que empezar por el principio, que no es otra cosa que su propia definición. Pero es que, en el caso que nos ocupa, hay que ir más bien a la etimología del concepto… Para entender qué es el "bootstrapping" hay que remontarse hasta la leyenda del Barón de Münchausen, quien explicaba que él mismo consiguió salir del mar tirando de los cordones de sus botas (efectivamente: "bootstraps" son cordones de botas).
Esto ya nos dice mucho del fenómeno que ha heredado este nombre en los últimos años: si el Barón tuvo éxito saliendo del mar él solito tirando de sus propios cordones, ¿por qué no iba a hacerlo tu negocio tirando de tus propios recursos?
El bootstrapping aplicado al emprendimiento es algo que se empezó a popularizar en EEUU a raíz de la crisis económica. El nuevo (y desolador) panorama económico imponía a las nuevas empresas crear negocios que pudieran ir creciendo poco a poco a medida que fueran encontrando la financiación necesaria. En eso consiste este método: en apostar por una idea y venderla desde el primer momento, partiendo de tus propios recursos, pero proyectándola de tal forma que los inversores vayan llegando a tu puerta con ganas de llamar. (Y de darte su dinero, claro.)
El concepto está claro. Muy bien. Pero, entonces, ¿qué hacer si quieres montar un negocio tirando del bootstrapping? Deberías pensar entonces en tres claves imprescindibles para que este tipo de iniciativa funcione...
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La principal ventaja del bootstrapping es de cajón: tienes éxito (casi) sin inversión inicial. ¿Qué más se puede pedir? Pues se pueden pedir mochos otros beneficios como los que siguen.
Y ese es, en conclusión, el espíritu del bootstrapping: hacer virtud de la necesidad.