Desde Almassora, Castellón, Francisco Aranega lidera Aramobel, dedicada al diseño, fabricación e instalación de cocinas, muebles de baño y vestidores.
En un mundo consumido por la democratización decorativa de IKEA, personas como Francisco desarrollan su actividad pensando en aquellas personas que quieran alejarse de moldes globalizados y que sigan prefiriendo ser únicos en la decoración de los diferentes espacios de su domicilio. Tenía más de 25 años de experiencia en el sector, conocía tanto las necesidades de los clientes como el producto, lo cual es un aliciente para emprender.
Como muchos emprendedores, Francisco comparte un objetivo claro: llevar su visión del sector al siguiente nivel. Pero no se trata solo de crecer, sino de hacerlo de forma sólida y humana. Su ambición es clara: “Convertirme en una empresa referente, donde los trabajadores se sientan parte de ella y hagamos un gran trabajo que nos lleve a ser recomendados por nuestros propios clientes.”
Para lograrlo, Francisco tiene claro el camino: primero, rodearse de buena gente y construir un equipo sólido. Luego, marcarse objetivos claros y alcanzables —“de lo contrario, es fácil frustrarse”— y, por último, crecer poco a poco, sin perder el control.
En su experiencia con la exportación, lanza una advertencia a quienes empiecen en esta línea: “Uno de nuestros principales retos ha sido la financiación. Exportamos desde el primer momento, y la devolución del IVA ha supuesto un cuello de botella, ya que el Estado tarda mucho en efectuar el pago. Hemos tenido que recurrir a la financiación bancaria.”
Francisco tiene claro que el cliente debe estar en el centro. Especialmente en un contexto en el que todo está medido al milímetro, los plazos de entrega se han convertido en un punto clave:
“Los retrasos son una constante, así que la única vía es la transparencia total. Si desde el principio eres claro y realista, el cliente no genera falsas expectativas. En Aramobel informamos cada semana del estado del pedido. Esa seguridad, el cliente la valora.”
En ese proceso de crecimiento y organización, Holded ha jugado un papel fundamental. Francisco lo resume así:
“Es una herramienta muy completa y a un precio muy asequible. A medida que hemos ampliado funcionalidades, siempre nos ha sorprendido de forma espectacular.”
En una etapa temprana del negocio, el control financiero es esencial. Y ahí Holded ha marcado la diferencia:
“Nos ha facilitado mucho la gestión administrativa y comercial. Especialmente en el control de ingresos y pagos, algo clave en esta fase.”
Los beneficios más claros se reflejan en tres frentes:
"Holded tiene un precio muy atractivo, incluso tiene una versión gratuita para probar, además, gracias a la asistencia técnica en ningún momento se sentirá solo ante el programa."
